Solo un minuto de un concierto infinito que enlazando canciones coordinaban dos músicos callejeros en una acera de Union Square en el centro de San Francisco. Plástico, metal y vidrio, cuatro manos y un ritmo imposible.
Solo un minuto de un concierto infinito que enlazando canciones coordinaban dos músicos callejeros en una acera de Union Square en el centro de San Francisco. Plástico, metal y vidrio, cuatro manos y un ritmo imposible.