Estas últimas semanas he tenido la oportunidad de participar en varios eventos relacionados con la educación y la tecnología y pude comprobar que el “paradigma edupunk” (que comentaba en Educación abierta y digital: ¿hacia una identidad edupunk?) se deja sentir ya con fuerza mientras que la “marca edupunk” está empezando a obrar sus efectos: la gente cuenta con un nombre (aunque a muchos no guste) con el que identificar un proceso y esa es la excusa perfecta para empezar a hablar de él.
Pedro Jiménez, de Zemos98 / Hapaxmedia, realizó una imprescindible ampliación y crítica a mi post original que por “causas desconocidas” no pudo publicarse como comentario. Vamos a convertir el problema técnico en una oportunidad y aprovecho para publicar a continuación el comentario original de Pedro (ligeramente editado):
… [E]stamos precisamente hablando de estas cosas para un futuro proyecto y es curioso que en todo lo que has hablado no se cite ninguna de las dos fuentes fudamentales para muchos educadores punk (de antes de que naciera el punk). No lo hago como crítica sino como aportación libre a este proceso que creo que se está formando y que me gusta. En realidad uno es un referente clave y el otro un libro fundamental. El referente es Paulo Freire. Creo que su pedagogía, basada en la pregunta, en el diálogo, la conversación, en la construcción, es similar a lo que proponen algunos de estos entusiastas del edupunk (es cachondo también lo del edupop). Y si hay que leer a Freire, Pedagogía del Oprimido es libro de cabecera, debería serlo también, pero no lo es para los que hemos estudiado Comunicación, "Pedagogía de la Comunicación" de Mario Kaplún (aquí en pdf). Y ahí es donde entran conceptos como educomunicación, educación en medios, media literacy, etc.
En cuanto a teoría, la educomunicación no es más que la intención de entender que el proceso educativo no es otro que el proceso comunicativo, es decir que si la comunicación es bajo un esquema clásico de tú me escuchas y no me respondes estamos, en palabras de Paulo Freire, fomentando una educación bancaria… total que los LMS 1.0 (no se escapa ni uno) son los máximos garantes de esa educación bancaria… basada sobre todo en la seguridad y en esconder la evaluación del alumno. Algo de esto escribí hace tiempo aquí: Contra las plataformas educativas. Este mismo texto está publicado en una publicación (en pdf) de ZEMOS98 donde aparecen textos sobre educación y medios.
El caso es que quizás lo del edupunk sea una moda pasajera en cuanto a nombre pero que "existe ese fantasma que recorre las universidades y los ámbitos educativos" es verdad y sobre todo, que ahí es donde nosotros tenemos clara nuestra posición, es una NECESIDAD. Tenemos que trabajar desde la comunicación, desde la educación, desde la innovación en buscar esos elementos que construyan precisamente un ideal DIY y no tan consumista, capitalista, etc.
En otras palabras, y parafraseando a mi madre, de las TIC hay mucho desarrollo de la Tecnologia de la Información (sobre todo en el ámbito instrumental) y es el momento de pasar a la Comunicación. Otros textos fundamentales los tienes en la bibliografía de este otro artículo que escribí precisamente en el ámbito de la Creación y la inteligencia colectiva, ¿Deberíamos construir un nuevo paradigma para la educación en medios? (pdf). Es decir, hay que leer a Francisco Sierra y su análisis de las políticas educativas y revitalizar a Roberto Aparici, con sus 13 mitos (Trece mitos sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, pdf), y sobre todo aprender de las prácticas reales del Teatro del Oprimido de Augusto Boal, del ya mencionado Kaplún y de Juan Acevedo y su aplicación del Cómic a todo esto. Ah! y bueno te recomiendo también la colección de Gedisa sobre Educomunicación que también coordina Aparici…
Y ya me callo pero creo un proyecto superedupunki es Aulabierta.
A mi me gusta verlo desde esta perspectiva… seguimos… lo del nombre ahora mismo es lo de menos…
wow! gracias por este simple comentario convertido en post, jajaja… un saludo y seguimos pensando más allá del nombre.
A mí lo que me sorprende es que nadie haya lanzado antes un Edupop Manifesto, porque el Edupunk Manifesto es una pura aberración de la primera a la última letra. Este es:
«I don’t believe in technology, I believe in people. And that’s why I don’t think our struggle is over the future of technology, it is over the struggle for the future of our culture that is assailed from all corners by the vultures of capital. Corporations are selling us back our ideas, innovations, and visions for an exorbitant price. I want them all back, and I want them now!
Enter stage left: EDUPUNK!»
Por eso hemos escrito el nuestro, para que alguien al menos haga una refutación de semejante sarta de tópicos manidos sobre que «our culture is assailed from all corners by the vultures of capital» etc. Quiero pensar que lo que pasa es que mucha gente no se lee el contenido y solo se queda con las etiquetas, porque si no mal vamos. Lo hemos llamado Edupop, pero es simplemente una refutación de lo anterior:
«We do believe in technology, because we do believe in individuals. And that’s why we think our struggle is over the future of technology and over the way we manage with it, it is over the struggle for the future of our culture that is assailed from all corners by the punk way of thinking. Technology and knowledge must be free to share, sell or use in order to give away ideas, innovations and visions. So we will receive whatever is shared, sold or gave away in return.
We live in a connective world where culture and knowledge is everywhere, and individuals must be free to do as they want in it.
Look for the perfect melody
Enter the free stage: EDUPOP!»
Muchísimas gracias Juan por la aclaración, se ve que en algún momento di por cerrado el comentario de Pedro y te atribuí el resto. El déficit de atención, google nos está haciendo tontos, ya se sabe 😉
Con respecto a las relaciones del punk y la educación, no se si es que me he perdido algo más, pero no me refería a Freire, Kaplún y el resto de referencias vertidas por Pedro si no a otros autores mencionados por Javier Rodrigo en un comentario a otro artículo publicado por La Fundició en su blog, que a su vez surgía a raiz del tuyo.
A ver si continúa el debate y aumenta la visibilidad de estas prácticas. Gracias de nuevo!
Otros textos y nombres que me parecen pueden enriquecer estos planteos de reformulación de las concepciones educomunicacionales son la obra del pedagogo francés Celestine Freinet y el libro de Jacques Ranciere «El maestro ignorante. Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual».