¿Cómo pueden los responsables de organizaciones complejas navegar un mundo complejo para lograr unos objetivos? Esa pregunta me la he planteado muchas veces pensando en el caso de organizaciones y sus gestores (especialmente empresas y universidades) y de ciudades y sus responsables políticos. En una de esas ocasiones, hablando de Planificación estratégica en la "era del 2.0" en la Diputación de Barcelona proponía que el poder duro (lo que convencionalmente se entiende en política por “poder”) basado en regulaciones e incentivos (código y dinero) es muy limitado en su alcance, genera en muchas ocasiones efectos perversos, y totalmente insuficiente en contextos complejos en que la planificación centralizada es simplemente imposible. Se necesita combinar este modelo convencinal con un poder blando que se base en la capacidad de liderazgo, el poder de convicción y el empoderamiento ciudadano (o de colaboradores, empleados y usuarios). En este nuevo paradigma el responsable pierde poder directo, “fuerte” aunque limitado, pero genera mayores oportunidades por lo que su influencia se extiende de modo difuso a numerosos ámbitos donde de otro modo no llegaría. Se gana influencia, pero también incertidumbre.

Irving Wladawsky-Berger ha realizado una excelente sobre Soft Power, Smart Leadership y explica estos conceptos tanto en el mundo de la empresa como en la política, dos escenarios globalizados y complejos:

… the style of business leadership that is most appropriate in our increasingly flat, globally integrated world, a world in which we are now able to tackle problems of an incredible complexity, in markets that are fiercely competitive and constantly changing, with organizations that reflect the complexity of the systems and markets with which we are dealing.  It is pretty clear that the classic hierarchical style of management that served us well in the Industrial Age is not up to the task

Similar discussions about leadership styles are taking place in political circles, most prominently around the concept of soft power.  Soft power was first coined by Joseph Nye if power at its most general level is the ability to influence the behavior of others to get the outcomes one wants, there are several ways to accomplish that. You can coerce them with threats; you can induce them with payments; or you can attract or co-opt them.

Soft power is all about getting others to want the outcomes you want without threats or payments – through co-option rather than coercion.  At its essence, "soft power rests on the ability to shape the preference of others.”

“In the business world, smart executives know that leadership is not just a matter of issuing commands, but also involves leading by example and attracting others to do what you want.  Similarly, contemporary practices of community-based policing rely on making the police sufficiently friendly and attractive that a community wants to help them achieve shared objectives."  In international relations, "a country may obtain the outcomes it wants in world politics because other countries admire its values, emulate its example, aspire to its level of prosperity and openness."

2 comentarios

  1. Juan:mi blog el devenir, trata justamente de tópicos variados acerca de, como lo llamas tú, poder blando,basados en las distinciones del coaching ontologico.Además toca algunos temas combinados de la web2.0 con el liderazgo, si te fijas casi todos los ultimos post van en ese camino.Ultimamente me estoy abocando mucho a la etica hacker, y como esta puede ser una alternativa más poderosa y esperanzadora en distintos ambitos.
    Saludos desde Argentina

  2. Justo de esas cosas algo hablamos en Cáceres. La humanidad va muy deprisa, pero su ritmo vital sigue siendo lento. Esto mismo se dijo y se puso de moda en los ochenta y se llenaron imprentas enteras de libros de liderazgo, flattening pyramids, etc. Sin embargo, conviene no olvidar que el poder duro existe y es inevitable: alguien firma las cuentas y es responsable frente a la ley, incluso con la cárcel. En los discursos del liderazgo, la participación el fin de las jerarquías y el rechazo al autoritarismo como estilo de gestión se suele olvidar este detalle sutil.

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