Paradojas educativas en un mundo digital

No acostumbro a contar aquí historias personales, pero una anécdota que me sucedió el otro día me hizo saltar algunas alarmas internas. Tiene que ver con la educación que los niños reciben (y no reciben) en los colegios. En principio no le di demasiada importancia a lo sucedido, al fin y al cabo era algo, que de una forma u otra, pasa constantemente. Pero pensandolo un poco más, creo que algo falla en como educamos a nuestros hijos. En Soitu.es | Piel digital utilizo la anécdota para plantearme algunas preguntas sobre el sistema educativo y el papel de todos los actores y fuentes de información (Paradojas educativas: la gastronomía alemana y las estrellas de mar). Por lo que he leído en los comentarios, el tema no deja indiferente y existen consenso en que algo falla pero los puntos de vista sobre lo que falla son muy diferentes. Esta es la historia:

Mi hjio mayor, 9 años, ha vuelto a la rutina del curso escolar. ¿Rutina?, casi todo sigue igual pero cada vez es más habitual que, entre las tareas para casa, reciba el encargo de buscar información. ¿Dónde?, por supuesto “en Internet”. Por supuesto por que, a pesar de seguir utilizando libros de texto, de contar con bibliotecas en el colegio o en su barrio, de que aún siguen existiendo las enciclopedias en papel y de que Internet es prácticamente inexistente en su vida dentro del colegio, el mensaje implícito del encargo es que información es equivalente a Internet. Y por supuesto por que nadie se preocupa por explicarles que es Internet y como se busca información en la red.

La situación es paradójica. El propio sistema que se cansa de alertar sobre los peligros de Internet y que sigue confiando la educación a los medios tradicionales lanza a los chavales a la red sin una explicación o entrenamiento mínimos sobre como vivir en ese nuevo entorno. Se que este es solo un caso particular pero me temo que sea mucho más general de lo que podríamos pensar. La razón es simple: la realidad es mucho más fuerte que los discursos bien intencionados y, finalmente, ya casi toda la información esta en la red y, en contraposición, los medios educactivos tradicionales siguen presentando una información muy limitada y no actualizada. El sistema se preocupa hasta la obsesión de contenidos y medios cada vez más obsoletos y deja cada vez más solos a los niños con el espacio clave para su educación. Y según pasa el tiempo la brecha se expande y la necesidad de acudir a Internet es mayor, por mucho que el sistema trate de obviarla y actúe como si no existiese. Pero obviar la realidad para no tener que asumirla tiene sus peligros. El caso de mi hijo nos muestra algunas de estas paradojas.

Por puro azar, en el mismo día le dieron dos encargos. Por una parte, y por razones que no vienen al caso, debía buscar información sobre la gastronomía alemana. Poco después recibió otra tarea más convencional para un chaval de primaria: buscar información sobre la reproducción de las estrellas de mar. Parecían tareas sencillas y nos pusimos manos a la obra. Entiendo que en este caso la gastronomía o las estrellas son principalmente excusas para que un niño aprenda a buscar información y a sintetizarla de un modo coherente para presentarla ante sus compañeros. Por eso me senté con mi hijo ante el ordenador y acudimos a Google, ¿dónde si no? Pero lo difícil no es llegar al buscador, la clave es saber utilizarlo y empezar a desarrollar la capacidad de filtrar contenidos y quedarse con lo realmente relevante. No es tarea fácil y no existen reglas fijas, pero algo se puede hacer para que los niños no vuelvan a su aula con el primer resultado de una búsqueda simple creyendo que el océano de la red se reduce a la espuma de las olas más grandes.

Empezamos por la gastronomía. Parecía lo más sencillo y en realidad lo fue. Incluso la búsqueda más simple, la que haría cualquiera que no supiese nada de Internet, nos llevó en primer término a la entrada de la wikipedia española sobre “Gastronomía de Alemania”. Un extenso artículo con multitud de datos y explicaciones sobre las tradiciones culinarias germanas y enlaces a la gastronomía de cada uno de los estados federales alemanes. Mi hijo estaba impresionado, iba a ser todo un éxito.La misma búsqueda ofrecía enlaces a otros artículos más corto, y de calidad más variable, sobre el mismo tema. Incluso, si mi hijo tuviese 10 años más, le sería útil la estupenda bibliografía, ya en alemán, sobre el tema que ofrecía el mismo articulo. Para acabar de redondear la jugada, la colección de materiales gráficos en Wikimedia Commons le hizo soñar con lo bien que podría ilustrar su trabajo.

Después de este éxito, llegaba el turno de las estrellas de mar y su reproducción. Parecía igual de sencillo con el único condicionante de que la información debía estar en español o gallego, únicos idiomas en que mi hijo es capaz de leer por el momento. Pero la tarea fue más complicada y, por eso, más interesante para el aprendizaje aunque los resultados fuesen más frustrantes. La búsqueda simple de estrellas de mar o reproducción de las estrellas de mar (introducidos así en el buscador, sin comillas) nos llevaban de nuevo a la entrada de la wikipedia, que aparecía tanto bajo el título estrella de mar como bajo su denominación científica Asteroidea. Pero ene este caso este artículo no era de tanta ayuda. La entrada es corta y a la reproducción le dedica un párrafo escaso. El artículo Starfish de la wikipedia inglés presenta más información, pero la barrera lingüística lo hacía innaccesible. Regresamos a las búsquedas para descubrir que el resto de enlaces sugeridos mezclaban contenidos mínimos sobre estos animales con muchas imágenes y con otras entradas dedicadas a emisoras de radio o discos con ese nombre. Mi hijo estaba un tanto perplejo con la diversidad de resultados y preocupado por que ninguno parecía proporcionarle lo que el necesitaba. Todos salvo uno. Si en lugar de estrellas de mar buscábamos Asteroidea, inmediatamente tras la wikipedia encontrábamos un completo artículo sobre estos animales marinos, con una buena explicación sobre su reproducción. Formaba parte de Asturnatura, una enciclopedia online de naturaleza, flora y fauna cantábrica. Un proyecto de dos biólogos que desde 2004 se han dedicado a difundir un tema sobre el que existe escasa información digital. Inmediatamanete después de esta enciclopedia aparecía un enlace a una alojada en el dominio mec.es(el antiguo Ministerio de Educación y Ciencia, que ya ha cambiado de nombre y dominio), sobre la Clase Asteroidea. Formaba parte de unos apuntes de Zoología de Invertebrados donde se desarrollaban algunos temas pero con contenidos bastante limitados y en la que no aparecía ninguna referencia a autores o responsables.

Por fortuna, existen apasionados de Alemania y su gastronomía que comparten su conocimiento en la Wikipedia o excelentes biólogos que se han decidido a lanzar Asturnatura. Pero nadie en el sistema educativo o científico español (ni las instituciones públicas, ni las comunidades científicas universitarias) ha parecido preocuparse hasta el momento por el desarrollo de estos contenidos ni por apoyar que otros lo hagan. Si a esto unimos que la navegación por los océanos de información que vive en la red no es tarea sencilla y que nadie parece pensar que esta debería ser una competencia esencial que deben alcanzar nuestros estudiantes tenemos la receta perfecta para un desastre educativo. Al menos mi hijo ya conoce algunas reglas básicas para buscar información y que Internet es un espacio apasionante pero extraordinariamente complejo, lo cual lo motiva aún más para explorarlo.

16 comentarios

  1. Tu caso no es único. Con mis sobrinos hacen lo mismo. Es desesperante cómo avanza el mundo y no avanza la educación. Mi sobrino se pasa todo el verano haciendo un cuadernillo de ejercicios de toda clase «de repaso».
    Si se lo corrijes, descubres que no ha aprendido nada aunque ha sacado buenas notas. Pero lo que no entiendes es cómo se pueden plantear ejercicios que no se pueden corregir, con lo que no hay conciencia de acierto/error.
    ¿Todo eso en papel? Si estuvieran en internet o descargables para sus consolas, tendrían una aplicación que les diría que está mal y no les dejaría avanzar hasta que estuviera bien hecho. Además, se puede diseñar para que comprendan por qué está bien y por qué está mal.
    Yo me he frustrado viendo como hacen mis sobrinos «los deberes». Es un puro rellenar casillas, no entienden nada de lo que les explican. Y eso tiene que ver tanto con los materiales como por el talento del formador. Sin maestros bien pagados no se puede atraer a personas brillantes. Sin personas brillantes no se pueden cuestionar los métodos. Y mientras aquí guste, sobre todo en determinadas facultades, presumir del número de suspensos como indicador de la dificultad todo es inútil.
    No sé si viste un titular el otro día de profes de universidad alarmados porque con las tecnologías de radio, los alumnos copiaban al dictado los exámenes. Yo pensé: menudos listos. Si en vez de exámenes para memorizar permitierais el acceso a toda la información en el mismo exámen, tendríais que romperos los cuernos en enseñar y poner una prueba que sí confirmara el talento y no repetir como loros lo que creéis haber contado.

  2. Muy edificante -y preocupante al mismo tiempo-; suscribo especialmente eso de un sistema educativo que pide cosas fuera que dentro ni ofrece ni explica. Un abrazo, Am

  3. Sinceramente, es más que oportuno incentivar a los chicos jóvenes a adentrarse «por su cuenta» en internet. Todos aprendemos así, e internet puede ser realmente apasionante para un niño. Lo que no creo que pensara el maestro es que la tarea se la ponía al padre o a la madre, aunque en uno de los casos podría llegar a pensarse que era así por la complejidad del tema. Tampoco creo que el maestro solicitase una respuesta de alto nivel, sino una pequeña aproximación. Si el resultado es muy bueno, es claro que ha sido el padre o la madre quién lo habrá dirigido o hecho. Es positivo inducir a los chicos jóvenes a adentrarse en este espacio. Tienen que ver la vida, en este caso virtual, y aprovecharse de las grandes ventajas que tiene. Es indudable que una vez que los chicos tienen la experiencia, hay que mostrarles o revisarles los caminos, pero siempre después de que ellos se hayan atrevido. Primero, la acción y luego la contrastación, sino es como si todo se lo hicieran. No se puede decir, busca de esta manera o de esta otra, sino busca, inténtalo, y después, con lo que ha conseguido, sobre todo, si es lo que puede estar a su nivel, y no al de conocimiento de los padres o madres, es cuando es preciso analizar sus errores, porque finalmente el error es la mejor fuente de aprendizaje. No evitemos que nuestros hijos se equivoquen. Finalmente, su experiencia no podemos vivirla nosotros. En caso contrario, tendremos personas poco aventureras, poco emprendedoras, poco audaces, y con bajo nivel de conocimiento práctico, que finalmente es el auténtico conocimiento.
    Tú sabes que me dedico a estas cosas, especialmente a los procesos de aprendizaje e innovación educativa, y comprendo que muchas veces se utilizan estos ejercicios para «quitarse al chico de encima», por lo que no juzgo lo que ha pasado a tu hijo, sino la línea metodológica en que ha de moverse el aprendizaje auténtico, aquél que está fundamentado en la experiencia que lleva a la teoría. Decía el refrán que la experiencia es la madre de la ciencia. Dejemos que nuestros hijos se adentren en su experiencia, y ayudémosles posteriormente a detectar sus errores y sus aciertos. Un abrazo, Roberto Carballo. Aldebaran Innovation

  4. Gracias por los comentarios. Roberto, quizás mi narración no ha sido demasiado precisa al explicar los hechos. En el texto trataba de contrastar las dificultades que existen para encontrar información «buena» para ciertos temas en la red cuando aplicamos el método propio de un niño. En mi caso, la estrategia que sigo es muy próxima a la que tu acertadamente propones: dejar hacer y solo tras er el resultado introducir ayudas para que el niño vaya experimentando y descubriendo la metodología. Pero en estos casos, si un niño no recibe ningún tipo de ayuda, lo más probable es que se quede con información «superficial» dándose por satisfecho por lo que no tendrá incentivo para profundizar.

  5. Lo malo es que cuando lo presente en la clase se dará cuenta de que todos sus compañeros presentarán lo mismo porque se habrán basado todos en la Wikipedia, al menos en lo de la gastronomñia alemana. Lo de las estrellas marinas menos mal que estaba el papi para echar una mano.
    Interesante artículo de cómo está el patio (nunca mejor dicho) educativo. En mi opinión el modelo de la escuela como «transmisor de conocimientos» tiene que superarse para llegar a un modelo de la escuela como «habilitadora para saber como obtener el conocimiento».

  6. Cambiando de nivel: todo ello, además, sin haberles enseñado a teclear tampoco: esta pregunta me la hago de vez en cuando, ¿deberíamos enseñar a nuestros hijos a escribr con un teclado?

  7. A mi me pasó una anécdota hace un par de días con mi hija pequeña: Tenía que buscar en Internet información sobre Juan Varela, no el periodista, sino un escritor andaluz del s.XIX. Busqué a través de Google, y la información más completa se encontraba en la Wikipedia. La imprimí y mi hija la llevó a clase. Luego le pregunté si sus compañeros habían llevado información sobre Valera y ella me contestó que llevaron lo mismo que ella, a lo que yo le respondí, «claro, de la Wikipedia», y ella me dijo «no, ellos lo han sacado de Google».
    Creo que anécdotas como ésta hay muchas, es muy común confundir a Google con una fuente, y no saber que Google es simplemente un agregador de múltiples fuentes y contenidos.

  8. Solo faltó saber si le aceptaron a tú hijo el trabajo con la referencia de la Wikipedia, aquí en México se lo hubieran rechazado.
    Saludos

  9. Paradojas educativas en un mundo digital

    Una interesante reflexión de Juan Freire acerca de la relación del sistema educativo actual con el uso de Internet y lo que no se les enseña a los niños. Especialmente recomendable para los que tenemos hijos en el colegio….

  10. Ramón, no se trataba de un trabajo propiamente dicho, sino sólo de buscar en Internet información sobre ese autor y llevarlo a clase.
    Pero es cierto que en algunos casos, los niños se limitan a copiar la Wikipedia, y resulta que todos lo tienen igual. Hay que distinguir el utilizar la Wikipedia como fuente de información, y el simple copia y pega.

  11. Habiendo, como hay, propuestas pedagogicas diseñadas para ayudar a los alumnos a aprender a navegar por sitios de calidad, adecuados a su edad, a sus necesidades, no se puede disculpar la negligencia de la escuela mandando sin más buscar en internet. La escuela, como dice Andrés no puede «pedir cosas fuera que dentro ni ofrece ni explica»
    A veces la sociedad le pide a la escuela funciones que no le corresponden per en este caso sí se deberia exigir que forme en Competencia digital.
    Carme Barba

  12. Totalmente de acuerdo, Juan. Añádase a ello que tampoco se les enseña a mecanografiar con los diez dedos y sin mirar al teclado —como a mí me enseñaron caligrafía a base de palotes—, de modo que en el futuro escribirán aporreando el teclado con con los dedos índices de cada mano.

  13. Es muy comun ahora con el avance las TIC , que los profesores deleguen la responsabilidad de una enseñanza integral a la computadora, los hay desde lo que ponen » juegos » sobre le tema en cuestion , los que lleguen y «proyectan» diapositivas, los que les ponen a hacer busquedas , y asi, muchos mas ejemplos:
    El uso de las TIC es solo de APOYO, no de formador en la enseñanza, esa labor se delega al profesor , lamentamblente muchos han tomado las TIC por un mal camino de weboneria.
    Les comento esto por mi experiencia pedagogica en cuanto al uso de TICs en la educación.
    Saludos!!! desde Oaxaca Mexico.
    PD. Me encanto como empiezas el post » No acostumbro a contar aquí historias personales» , teniendo en el titulo » Reflexiones personales e información «, jejeje.

  14. hola!
    estoy completamente de acuerdo con la entrada y creo que denuncia una paradoja curiosa de una parte del profesorado: por un lado, asumen que Internet es tan sencillo para los jóvenes que todos pueden utilizarlo sin decirles cómo; por otro, asumen que es demasiado complicado como para ni siquiera intentar aprenderlo ellos mismo…
    un saludo,
    p.d.: sé de buena tinta el tiempo que conlleva una entrada así y el poco del que disponemos… Pero me ha sorprendido encontrarme tantas faltas de ortografía en un texto sobre la educación. ¿Otra paradoja educativa? 😉

  15. Paradojas educativas en un mundo digital

    (CP)Por fortuna, existen apasionados de Alemania y su gastronomía que comparten su conocimiento en la Wikipedia o excelentes biólogos que se han decidido a lanzar Asturnatura. Pero nadie en el sistema educativo o científico español (ni las institu…

  16. Mi hijo mayor tiene ocho años y ya empieza a robarme el ordenador para visitar páginas web que le indican en el cole. Declara, orgulloso, que ya sabe lo del Firefox y buscar en el Google. Hasta ahora sus navegaciones tienen un rumbo prefijado y le sirven, además de para buscar las letras en el teclado (sí, con los dedos índices…) para manejarse con el Navegador y el Buscador por excelencia.
    Sin embvargo, el otro día, navegábamos un poco sin rumbo fijo (buscando algunos videos en Youtube) y al intentar ponerme en la mente de un niño de ocho años, creí darme cuenta que había allí mucho material que quizá no debiera ver ni conocer simplemente porque no tiene el nivel de madurez para asimilarlo.
    Te das cuenta que la Red tiene sus peligros para una mente aún no formada y que una navegación a ciegas puede llevarte a sitios que no debieras conocer aún ( que surgen de la nada como esas odiosas ventanas emergentes, esos banners fuera de lugar…)
    No me parece del todo responsable que desde el colegio se les pida, alegremente, a los alumnos que busquen algo en Internet, así, a pelo, sin enseñar las técnicas de búsqueda, de análisis crítico de información, sin saber filtrar contenidos no deseados.

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