Hoy finalizo una etapa profesional de más de 5 años en el Tecnológico de Monterrey. Este tiempo ha sido para mi extraordinario en todos los sentidos. México se ha convertido en mi nuevo hogar y he tenido el privilegio de poder ser parte de una institución y de iniciativas que han representado para mi un enorme aprendizaje y desarrollo.

En mis primeros años, desde Julio de 2017, mi foco principal en la Escuela de Negocios del Tec fue el diseño, despliegue y operación del modelo educativo Tec21. Este nuevo modelo educativo, que arrancó en 2019 y en 2023 tendrá sus primeros egresados, se planteó como un re-diseño completo tanto de la oferta educativa como de la arquitectura de los programas y de la experiencia de aprendizaje (centrada en el aprendizaje activo a través de retos, la vinculación con la sociedad, el desarrollo de competencias, los nuevos roles para los profesores, una experiencia y vivencia integral …). En paralelo, y quizás este fue el reto más relevante, cambiar por completo el modelo educativo implicó transformar profundamente la universidad, desde por ejemplo el diseño de los espacios o el rol de la tecnología a la capacitación de profesores y la gestión de las operaciones pasando por la propia gobernanza de la institución.

Desde Junio 2020 he estado vinculado a la Universidad Tecmilenio y al desarrollo de modelos disruptivos de educación ligados a su Plan Estratégico 2025 que busca incrementar exponencialmente su impacto ampliando los públicos y las propuestas de valor. Estos años han implicado crear un equipo heterodoxo dentro de una universidad (configurado como un laboratorio de I+D y una incubadora) con dos «almas», el diseño estratégico y la tecnología. Es un proyecto en desarrollo que me ha permitido comprender en profundidad las necesidades emergentes de educación y aprendizaje que no cubren las universidades tradicionales. Estos nuevos públicos, especialmente numerosos en Latinoamérica, presentan contextos vitales y profesionales diferentes a los de los estudiantes convencionales; por ejemplo jóvenes y adultos trabajadores con tiempo y recursos limitados que necesitan una alta flexibilidad y adaptación de la experiencia a sus circunstancias de vida. Los paradigmas educativos tradicionales no son un buen punto de partida de diseño de programas que atiendan a estos nuevos usuarios. Pensar desde la tecnología y el diseño es en mi opinión esencial para facilitar el acceso y garantizar el aprendizaje. Del mismo modo es crítico repensar los modelos de sostenibilidad financiera para maximizar la inclusión.

Por el camino he podido además participar en el diseño de los Planes Estratégicos 2025 (aunque empezaron siendo 2030 … hasta que la pandemia nos hizo entender que la velocidad del cambio iba a ser muy superior a la que creíamos) tanto para el Tec como para Tecmilenio, y liderar en sus primeros pasos la iniciativa de plataformas que forma parte del Plan de futuro del Tec.

En este tiempo he conocido a personas maravillosas de las que he aprendido lo que no podía imaginar y a las que espero haber aportado algo. Muchos de ellos son amigos con los que espero y deseo poder colaborar en el futuro. Sería muy largo agradecer a tantas personas que me han motivado, inspirado, ayudado, acompañado y provocado en este periodo. Quiero tener aquí un recuerdo muy especial para mí equipo de Innovación y Transformación en Tecmilenio. Hemos sufrido juntos, hemos aprendido juntos, nos hemos divertido, mucho, juntos y se han convertido en mi familia … Una familia para toda la vida aunque ahora nuestros caminos nos separen.

Mis propósitos

Dejar el Tec ha sido una decisión muy difícil pero creo que es el momento de iniciar un nuevo ciclo vital y profesional que me permita abordar nuevos retos y proyectos. Aún no tengo definida al completo mi hoja de ruta que se irá configurando en los próximos meses. Una condición que acordé conmigo mismo para tomar esta decisión fue regalarme la posibilidad de explorar, conversar y pensar sin urgencias … Aunque a veces me provoque ansiedad esa incertidumbre creo estoy logrando respetar el acuerdo y está siendo muy satisfactorio.

En esta nueva fase quiero abordar proyectos educativos que impliquen objetivos de alto impacto (en el número y diversidad de personas a las que llegan y en su aprendizaje), que piensen la educación desde lo digital y desde la experiencia del que aprende y que expandan el foco habitual de las universidades para llegar de modo efectivo a nuevas personas, nuevos territorios y nuevas necesidades. Trabajar en educación ya no implica, solo, estar en las instituciones tradicionales … Hoy en día cualquier organización es una organización que debe aprender y cuidar el aprendizaje y desarrollo de sus personas y existen múltiples tipos de organizaciones que se dedican a ayudar a que eso suceda. Así mis obsesiones y vocación pueden cumplirse a través de una enorme diversidad de opciones profesionales.

Además deseo profundizar en la perspectiva tecnológica del aprendizaje trabajando en proyectos que desarrollen nuevas soluciones que sean las infraestructuras y plataformas que dan soporte y posibilitan los nuevos modelos educativos que comentaba antes. Creo que el diseño y la tecnología son esenciales para el futuro de la educación y espero podamos contribuir de manera relevante.

Y quiero dedicar una parte de mi energía a la sostenibilidad ambiental y social … Un tema que fue mi foco inicial profesional y que realmente nunca he abandonado (y por eso sigue vivo inViable). Quizás ha llegado el momento de poder hacer realidad algunas ideas pensadas y planeadas por largo tiempo con amigos muy especiales.

Por supuesto estás ambiciones solo se cumplirán desde el trabajo colectivo. Tengo la fortuna de tener cerca a personas y organizaciones con las que estaré colaborando para hacer realidad esos proyectos. Poco a poco he ido aprendiendo, principalmente «a golpes», las claves para acompañar, a veces liderar, a personas y equipos, lograr lo mejor de ellos y hacer realidad ideas construyendo equipos de alta creatividad y rendimiento. Creo que ha llegado el momento de enfocar mi energía en esa parte de mi trabajo para poder llegar más lejos y disfrutarlo con personas de las que aprender cada día.

Y como objetivos adicionales, pero igual de relevantes, quiero poder trabajar con flexibilidad para poder estar cerca de mis dos hogares (México y España) y de una familia expandida por dos continentes. Y quiero volver a escribir de forma más continúa e intensa en diversos formatos y medios.

Gracias de corazón al Tecnológico de Monterrey y a la comunidad que lo hace realidad. De un modo u otro ya siempre me sentiré parte de ellos.

5 comentarios

  1. Te extrañaremos Juan!!! Una abrazo y seguimos en contacto!!!

  2. Mucho éxito Juan y gracias por tanto aprendizaje.

  3. HERNANDEZ GONZALEZ Jose Carlos

    Te deseo desde Tenerife, tu otra casa, muchos éxitos en tu nuevo viaje. Aquí seguiremos tus pasos con ilusión compartida.

  4. Juan. Con muchas ganas de saber de tus siguientes pasos y de acceder a algo de todo lo que has podido aprender estoy años en México. Siento que en esta nueva web de la economía de la atención hemos perdido mucho de lo que encontramos en su momento. Estaremos atentos. Muchísima suerte.

  5. Pingback:¿Por qué necesitamos laboratorios de innovación tecnológica en educación? | Juan Freire

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