La larga cola política en las primarias norteamericanas

¿Te sientes bien representado por un determinado partido político? O, por el contrario, ¿sientes que la ideología de los partidos está desfasada de modo que tus opiniones son defendidas por diferentes partidos o, lo que es aún peor, no encuentras ningún partido que defienda algunas de tus opciones? Este problema no es específico de la política. Por ejemplo, hasta hace poco era difícil, si no vivías en una gran ciudad, que encontrases música o libros interesantes si tus gustos no eran mayoritarios. Vivíamos en un sistema de consumo de masas.

Me planteaba estas preguntas hace unas semanas en Soitu.es | Piel digital para comentar como [l]a larga cola amenaza la política tradicional … al menos en Estados Unidos. Para ello utilizaba el caso del candidato minoritario republicano Ron Paul y el artículo de Andrew Romano en Newsweek, Ron Paul Is the First ‘Long Tail’ Candidate. He Won’t Be the Last:

Desde una posición minoritaria, está logrando gracias a Internet crear comunidades de apoyo distribuidas a lo largo de toda la geografía norteamericana y obtener una importante financiación. Como anticipa Romano, Paul no vencerá, pero será un nuevo hito en un proceso de cambio. Estos nuevos políticos de la larga cola no necesitan ya competir fuera del sistema de partidos dominantes, pueden utilizar las redes sociales e Internet para insertarse en uno de los partidos tradicionales y dar la batalla, a modo de guerrilla, por el poder. La parte positiva de este proceso es que las diversas minorías cuentan ahora con mayores opciones de hacer oír su voz. La parte negativa es que, si no se modifica el sistema de representación, este proceso de fragmentación puede hacer mucho más complicada la gobernabilidad.

El artículo de Romano ha merecido la atención de diferentes bloggers norteamericanos que dedican sus esfuerzos a entender el impacto de la tecnología en la sociedad. John Robb duda la capacidad de los grandes partidos para acomodar a estas nuevas realidades por lo que predice que el conflicto irá en aumento. Algo parecido opina Chris Anderson, el ‘padre’ del concepto de la larga cola en economía, dado que desde su punto de vista el sistema de dos grandes partidos ha sido superado por la realidad, tal como le sucede a la industria discográfica o a los grandes medios de comunicación tradicionales, con la irrupción de Internet pero aún no existen mecanismos que permitan modificar las reglas de juego.

Ron Paul ha acabado derrotado, algo que ya se preveía, por la maquinaría de su partido y, sobre todo, por sus propios, y escandalosos, errores del pasado, pero su historia representa un posible punto de inflexión:

En todo caso, si el tradicional sistema político de grandes partidos está encontrando su contrapunto en las redes ciudadanas y los políticos de la larga cola empoderados por la tecnología, pero aparentemente cuentan aún con suficientes mecanismos para seguir controlando el acceso al poder. Si este modelo no se modifica de algún modo, un número creciente de usuarios que se encuentran insatisfechos con la excesiva simplicidad y maniqueísmo de las alternativas mayoritarias harán oír su voz cada vez más fuerte y los conflictos irán en aumento.

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