Esta es la séptima, y última, parte (1 / 2 / 3 / 4 / 5) /6) de los textos que estoy elaborando para el proyecto Manifiesto Crowd en que he colaborado con Antoni Gutiérrez-Rubí. El próximo 18 de Marzo saldrá a la luz el proyecto completo.

1. El escenario de la innovación basada en multitudes

 La transformación social y la disrupción tecnológica han ido de la mano en las últimas décadas siendo difícil establecer relaciones causales aunque es evidente la existencia de una íntima relación. El empoderamiento de las comunidades de práctica y los cambios en las organizaciones (y especialmente en las empresas), junto con la posibilidad que genera la tecnología digital de generar procesos de inteligencia en colectivos de gran tamaño nos lleva a un escenario donde las multitudes son capaces de innovar y transformar la sociedad de un modo efectivo. Este escenario se caracteriza por los siguientes elementos:

Globalización: que significa la exposición a entornos mayores y más diversos social y culturalmente.

Innovación frugal o inversa, como una de las consecuencias de la globalización. La innovación ya no es un proceso unidireccional que nace en sociedades opulentas y se expande hacia el resto del mundo. Hoy en día es posible innovar con recursos escasos y en muchas ocasiones las innovaciones nacidas en esos contextos pueden llegar a implantarse en entornos con mayor acceso a recursos.

Tecnología social: la existencia de herramientas para la coordinación efectiva de multitudes que además son productoras de ese tipo de tecnologías generando un proceso recursivo o de retroalimentación positiva que fomenta el empoderamiento y autonomía de las multitudes.

– La combinación de globalización y tecnología provocan un crecimiento de la complejidad y de las oportunidades de interacción con multitudes.

  • Los modelos de innovación abierta que incoporan un continuo que abarca comunidades, plataformas y empresas.
  • Las comunidades de práctica, como organizaciones de elección informales capaces de convertirse en agentes significativos con impacto social, político y económico.

– Las empresas del siglo 21 que son capaces de facilitar procesos de innovación y diseño (“la nueva I+D”) donde participan activamente pero formando parte de comunidades; lideran gracias a su visión que trasciende los objetivos puramente utilitarios; gestionan de modo efectivo talento y marca; y por último son capaces de coordinar la diversidad de procesos que permiten aportar valor a sus usuarios (con la complicación adicional de que muchos de esos procesos son ejecutados por agentes externos a la organización).

2. Diseño de plataformas para prácticas crowd comunitarias

Para hacer operativas a las comunidades de práctica es necesario diseñar plataformas e interfaces para gestionar la complejidad de los procesos colectivos que protagonizan los propios usuarios ("la multitud") de forma colaborativa. Es esencial en este sentido simplificar la complejidad no deseada para poder mantener la complejidad significativa o elegida (la que permite la apropiación de la tecnología por los usuarios y su personalización). Como consecuencia en este proceso de diseño los productos se convierten en servicios (el caso de la telefonía móvil) y los servicios en comunidades (el caso de las redes sociales).

3. Los movimientos ciudadanos y las multitudes: de la estadística al #15M

La idea de la multitud como fuerza colectiva transformadora y revolucionaria ha sido un elemento central en el pensamiento de Hardt y Negri (especialmente en sus libros Empire de 2000 y Multitude de 2004). Ellos anunciaban un proceso que ahora se está convirtiendo en realidad, aunque posiblemente con resultados diferentes a los que preveían. En cualquier caso su papel como "fuerza constituyente" ("[o]nly the multitude through its practical experimentation will offer the models and determine when and how the possible becomes real.", Hardt & Negri, 2000) se convierte ahora en una hipótesis relevante para entender el posible alcance de la transformación social en marcha.

Los movimientos de activismo ciudadano que han eclosionado en 2011 (primaveras árabes, #15M, Occupy Wall Street, Israel, Chile, Londres …) son un buen ejemplo de las limitaciones de las prácticas crowd convencionales, basadas en el paradigma individual, y de su evolución a modelos comunitarios.

Estos movimientos de reacción y protesta presentan un objetivo definido que es denunciar un estado de las cosas. No se focalizan en las alternativas, solo en poner de manifiesto la situación actual y en demandar (generalmente a otros) un cambio. De este modo, son susceptibles de ser desarrollados según el crowdsourcing convencional dado que las plataformas tecnológicas permiten la coordinación (filtrado y agregación) de multitudes.

En una segunda fase estos movimientos pasan de la acción reactiva a la propositiva. Ya no existen objetivos definidos y sencillos. Es más, no está clara la agenda y los objetivos son diferenciados para cada participante. En este escenario es precisa deliberación y debate y procesos de acción colectiva propositivos. En esta fase es cuando por ejemplo el movimiento #15M se disgrega y se convierte en otras pequeñas y grandes multitudes con objetivos específicos (problemas de barrios, referéndum para la reforma constitucional, acciones contra los desahucios …).

4. Innovación crowd: los ciudadanos como protagonistas

Una sociedad emprendedora necesita de ciudadanos empoderados que tengan acceso pleno a ciertas infraestructuras esenciales y al tiempo cuenten con una actitud y competencias que les permitan desarrollar proyectos autónomos y pro-activos. Posiblemente sea la ciudad el escenario óptimo para facilitar este tipo de ciudadanía por su potencial de dinamismo social, cultural y económico. La combinación de la ciudad e Internet constituyen en la actualidad una plataforma esencial para la innovación ciudadana.

El espacio público está expandido por una capa digital que posibilita nuevas formas de coordinación y utilización colectiva. Esta transformación de lo común ha hecho posibles nuevas infraestructuras que se han erigido como esenciales en la innovación social. Entre ellas cabría citar las tecnologías sociales (las herramientas y servicios digitales que facilitan la colaboración y autonomía de las personas), los laboratorios ciudadanos (espacios de innovación dedicados a la producción y no al consumo como los centros tradicionales) y los datos abiertos. Utilizando estas infraestructuras los ciudadanos son capaces de acciones colectivas que reaccionan (“se indignan”) de forma más eficaz a problemas políticos y sociales, como ha sucedido en los nuevos movimientos sociales, entre los que en España el #15M o la campaña Stop Desahucios serían buenos ejemplos. Sin embargo, el principal cambio que están generando estas nuevas organizaciones ciudadanas sucede a través de proyectos que construyen nuevas posibilidades transformando de forma propositiva las formas de vida y gobernanza de la sociedad. Existe un número creciente de ejemplos de colaboración entre lo público y la iniciativa privada y ciudadana que han permitido la revitalización de comunidades locales de emprendedores sociales y empresariales, desde plataformas de financiación colectiva (como Goteo) a la recuperación de espacios públicos (como el Campo de Cebada entre muchos otros).

La autonomía económica surge como reto esencial para que estos proyectos sean realmente sostenibles. En este sentido, muchos proyectos ciudadanos invierten la lógica del desarrollo de infraestructuras y servicios. En lugar de generarse desde la oferta por grandes operadores (administraciones públicas y empresas) situando a los ciudadanos como meros consumidores, se organizan desde la demanda promoviendo el empoderamiento de emprendedores locales y la generación de un tejido económico local mayor y más diversificado. Es especialmente interesante el caso del pequeño comercio donde contrastan los procesos de fortalecimiento del tejido local respecto a los casos de nuevas áreas comerciales que promueven la gentrificación. Los modelos nacidos localmente y desde la demanda generan orgullo de pertenencia y sentido de comunidad e incrementan los flujos económicos internos, además de aumentar la resilencia y adaptabilidad de la propia población.

La educación juega un papel esencial en estos procesos de innovación al ser imprescindible un cambio de actitudes y la adquisición de nuevas competencias por la ciudadanía para hacer operativo el potencial de las nuevas infraestructuras y modelos organizativos y económicos. Pero ésta debe ser también una nueva educación, basada en el aprender haciendo y en equipo, que se desarrolla hoy en día tanto en espacios públicos y laboratorios ciudadanos como en un número cada vez mayor de instituciones educativas.

En síntesis, un espacio urbano generador de innovación ciudadana debe desarrollar un “ecosistema en tres capas” de modo que en un mismo entorno colaboren proyectos educativos, espacios y laboratorios de innovación, y redes de emprendedores, organizaciones ciudadanas y empresas.

Este vídeo recoge la conferencia “Construyendo una cultura para la innovación social” que tuve la oportunidad de presentar como introducción al encuentro Destrucción Creativa (Encuentro de Iniciativas de Innovación Social) que se celebró en Zaragoza el 27 Noviembre de 2012 y que constituye un resumen de las ideas que he elaborado en los textos anteriores sobre multitudes e innovación.

 

7 comentarios

  1. Juan, me ha salido un comentario largo, disculpa. Pero es que echo en falta un elemento en el escenario que creo que es crucial para abordar algunos de los puntos más inciertos que tu exposición, directa y acertada, deja. Lo hecho en falta en toda la serie, también este artículo que en cierta forma, recapitula los anteriores ahondando en el papel de los movimientos ciudadanos y la viabilidad económica de los proyectos ciudadanos propositivos.
    El escenario actual está condicionado por el objetivo/imperativo de sostenibilidad, entendida ‘a la francesa’ como aspiración de durabilidad del modelo funcional. Que el escenario sea global, que el funcionamiento y la operación del modelo vital dependa y repercuta más allá de los ámbitos de ‘lo próximo’, implica que la aspiración a durar sólo tenga sentido en ese marco. Aunque siempre haya podido ser así, hasta el momento en que no ha existido una consciencia sobre la mutua repercusión entre lo local y lo global como entidad única [por ejemplo la tierra calentándose a nivel planetario], la sostenibilidad se ha reducido a, y parecía posible en, ese ámbito de proximidad. Es evidente que ya no. Pero no se acaban de conectar las implicaciones que tiene esa globalización de la viabilidad de nuestra actividad con su desempeño inmediato, local. Eso repercute en que existan incertidumbres y ‘terrains vagues’:
    – que «posiblemente sea la ciudad el escenario óptimo»;
    – que «no existan objetivos definidos y [más] sencillos»;
    – que «la autonomía económica sea un reto para los proyectos ciudadanos»
    Yo añadiría que no es el único reto, sino el que percibimos como más acuciante por la falta de visibilidad del funcionamiento en el esceranio global: de sus dinámicas, de sus amenzas y de los vínculos operacionales entre el nivel macro y la proximidad [terreno en el que al final se empiezan a materializar las acciones ciudadanas].
    ¿Y si éstas no son viables porque no se diseñan para responder a la raíz de los problemas que generan el malestar?
    ¿Es una economía de proximidad la respuesta? Depende, pero en todo caso, en una lógica de empoderamiento tecnológico efectivo y un marco global, los pequeños comercios ¿no deberían también ser capaces de hacer negocios globales que exploten las bonanzas del paradigma abierto en todas sus etapas [incluida la comercialización de sus productos] explotando el valor añadido que aporta la originalidad que justamente las tecnologías permiten descurbir?
    En cuanto a los proyectos ciudadanos propositivos, creo que reconstruir un marco más completo es necesario.
    Lo global afecta al ámbito espacial de acción e impone observar franqueando fronteras geográficas: lo local ya no es autónomo. Lo sostenible afecta a los ámbitos funcionales y obliga a observar interacciones entre sistemas: ninguno es independiente del resto. Es necesario plasmar la percepción que se tiene de ello. Esta visión, además, concierne a un escenario que incluye a todos, y su construcción ha de plantearse como uno de los primeros elementos del procomún de esa nueva gobernaza que se intuye. Ha de hacer evidentes las percepciones ajenas. Así puede ser útil para identificar los retos de cada proyecto, definir sus objetivos y reconocer sus recursos, y actuar con eficacia, eficiencia, flexibilidad.
    Ignorar la sostenibilidad como elemento del escenario también conduce a obviar riesgos que pueden ser críticos para que cualquier modelo, vigente o alternativo, pueda desarrollarse: en ningún artículo de la serie se menciona Juan nada de las amenazas intrínsecas a los cimientos sobre los que se erige este escenario que enfrentamos:
    ¿cómo puede cambiar la innovación crowd la dependencia de las infraestructuras y de la estructuración socio-económica, de los combustibles fósiles, cuya prolongada abundancia permitió su construcción? Estas prácticas de innovacion, ¿se plantean la independencia de ese esqueleto operativo sobre el que ellas también han surgido? ¿están capacitadas para afrontar una escasez creciente, y la consiguiente competencia, de un combustible todavía fundamental funcional y operativamente? ¿Están preparadas para trabajar en un ecosistema global cuya salud y estabilidad está al límite debido a los impactos antropogénicos, entre los cuales es crítica la perturbación generada por el uso de dichos combustibles según los exponentes del máximo conocimiento actual sobre el tema [http://www.nature.com/nature/journal/v486/n7401/full/nature11018.html%5D?
    ¿Cómo generan oportunidades las nuevas infraestructuras que hacen posible el nuevo paradigma de gobernanza, para abordar los riesgos operacionales que amenanzan, ellas incluidas, cualquier modelo que se asiente sobre los cimientos de la civilización actual?
    Y un último apunte: las tecnologias sociales son facilitadoras de la coordinación y el consenso múltiple, pero la ciudadanía de nuestro estado nación, tan rico en diversidad, tiene una asignatura pendiente crucial: ejercer por una primera vez como sociedad civil responsable que clame de forma total y pragmática por su derecho a la libertad. En UK, Francia, Alemania…, hay momentos puntuales de la historia en que hubo ese acuerdo cívico, que dió lugar a la transición de las monarquías absolutas al estado libre. En España, nunca ha habido una manifestación tal, radical y completa, de forma que, aún hoy, quedan resquicios de esa gobernanza caduca. Ningún problema o malestar de envergadura, ha generado esa unión cívica nacional, para clamar comunmente por la libertad y afrontar la responsabilidad consecuente. ¿Es necesario cumplir con esta responsabilidad histórica para construir cualquier gobernanza procomún coherente y responsable? Reconstruir una visión común y completa del escenario, ¿sería útil?

  2. Muchas gracias por el comentario. Creo que señalas preguntas clave y que efectivamente yo no he acertado ni tan siquiera a plantear (quizás porque son para mi incógnitas que suponen una segunda capa de retos sobre los iniciales que ahora plantea el fenómeno crowd). Estoy totalmente de acuerdo en que las claves están alrededor de la conexión de lo local y lo global y como influye en la sostenibilidad de los cambios y de los nuevos modelos. Quizás estos sean los temas sobre los que debemos empezar a pensar ahora.
    Por cierto, el link contenía un error por lo que lo reproduzco aquí:
    http://www.nature.com/nature/journal/v486/n7401/full/nature11018.html

  3. Completamente de acuerdo con el comentario de uno más otro. La hipótesis de que los ciudadanos son innovadores cuando se unen, sigue siendo una hipótesis y cuando esto sucede no queda claro que tengas un método trasnportable, por lo tanto aún queda mucho por andar. La innovación, entre otras muchas cosas requiere de dos factores clave: la sostenibilidad y la visibilidad del cambio. El primero no quiere decir que sea necesario dinero pero si que la comunidad realice esfuerzos para sostenerlo de una manera u otra, el segundo que no se pueden resolver solamente problemas de colectivos aislados y que no se proyecten al resto de la ciudadanía.
    Eso abre muchas puertas y cierra pocas. La experiencia nos ha demostrado que los pequeños colectivos tienen mucho que decir pero que los método de dinamización y dispersión de los cambios que producen es una pieza donde hay que trabajar mucho.
    La gobernanza de todo ello es complicada y más en el ámbito territorial. Los agentes de la administración pública están lejos de estos movimientos y además no conectan con su raiz. Increiblemente los agentes privados comienzan a moverse más rápidamente hacia este concepto, tal vez esta sea la clave para desbloquearlo todo.
    Hay que seguir trabajando para que este tipo de cambios sea lo normal y no un caso de estudio
    Saludos

  4. Juan:
    Me tomé la libertad de elaborar una versión de estos 7 textos en un archivo PDF para lectores de libros electrónicos (Amazon Kindle y otros) en formato Din A6.
    Si prefirieras que el acceso a tu trabajo sea exclusivamente hacia tu blog, me lo dices y elimino el archivo. Saludos.
    El link al archivo es el siguiente:
    https://www.dropbox.com/s/d34bxbz5bcus460/APUNTES%20PREVIOS%20PARA%20UN%20MANIFIESTO%20CROWD%20-%20JUAN%20FREIRE%20-%202013.pdf?m

  5. Sergio, no hay ningún problema, al contrario. En todo caso el 18 de marzo publicamos el ebook donde se incluyen estos textos. Gracias.

  6. Excelente.Estaremos a la espera.
    Lo que pasa es que estoy implementando desde cero la Unidad de Medio Ambiente en el Municipio donde trabajo, y estuve leyendo tus apuntes al respecto pues, lo que quiero es partir desde las opiniones, criterios y tendencias actuales de los actores reales medio ambientales de la comuna donde vivo y trabajo, no desde los predicadores ecológicos, con el fin de lograr amarrar Trabajo, Subsistencia, Actividades Económicas espontáneas con las iniciativas de fomento del cuidado, conservación, mejora o respeto al emdio ambiente.
    NO me interesa especular ni inventar nada; lo que quiero es echar a nadar desde lo que ya se encuentra existiendo, inserto en el sistema comunal de trabajo, productividad a cualquier nivel o escala, y todas esas cosas.
    El caso es que donde vivo las personas involucradas para su subistencia, a partir de actividades relacionadas con lo medio ambiental (reciclajes a niveles muy modesto, preparación de bíocombustibles a partir de desechos de acietes vegetales, chatarreros, papeleros, recolectores de botelas, etc.), suelen ser gente que no necesariamente realiza su trabajo en un vínculo directo con la web. No sé si para este tipo de casos tienes algo que sugerir o comentar.
    Saludos cordiales.

  7. Este párrafo realmente me dijo mucho: «El espacio público está expandido por una capa digital que posibilita nuevas formas de coordinación y utilización colectiva. Esta transformación de lo común ha hecho posibles nuevas infraestructuras que se han erigido como esenciales en la innovación social. Entre ellas cabría citar las tecnologías sociales (las herramientas y servicios digitales que facilitan la colaboración y autonomía de las personas), los laboratorios ciudadanos (espacios de innovación dedicados a la producción y no al consumo como los centros tradicionales) y los datos abiertos. Utilizando estas infraestructuras los ciudadanos son capaces de acciones colectivas que reaccionan (“se indignan”) de forma más eficaz a problemas políticos y sociales, como ha sucedido en los nuevos movimientos sociales, entre los que en España el #15M o la campaña Stop Desahucios serían buenos ejemplos. Sin embargo, el principal cambio que están generando estas nuevas organizaciones ciudadanas sucede a través de proyectos que construyen nuevas posibilidades transformando de forma propositiva las formas de vida y gobernanza de la sociedad. Existe un número creciente de ejemplos de colaboración entre lo público y la iniciativa privada y ciudadana que han permitido la revitalización de comunidades locales de emprendedores sociales y empresariales, desde plataformas de financiación colectiva (como Goteo) a la recuperación de espacios públicos (como el Campo de Cebada entre muchos otros)»
    Existe un libro muy interesante de la iologa Lynn Margulis que puede complementar bien etas ideas .
    ver este enlace http://ernesto-consultoria.blogspot.com/2012/12/la-mano-invisible.html

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