El pasado domingo 25 Mayo publicaron en Atlántico Diario una entrevista (pdf) que me había realizado Xenia Carballas por correo electrónico. La entrevista surgió a partir de mi participación en el Día do Emprendedor de Santiago de Compostela y discurre por los temas que ya presenté allí, además de mi experiencia y la situación en Galicia. Para la introducción han utilizado la analogía entre biología y tencología con que empezaba Tecnología “chapucera” (que retoma y amplía Antonio P. Cribeiro en su nuevo blog).
Estas son las preguntas y mis respuestas:
1. Acaba de participar en el tercer “Día Galego do Emprendedor”, ¿cuál cree que es la aportación más importante de esta iniciativa?
Permitir a las personas con espíritu emprendedor conocer y debatir experiencias que pueden servir de ejemplo o inspiración y al tiempo ayudar a promover, tanto entre los propios emprendedores como especialmente entre la sociedad, la figura del emprendedor como un generador de desarrollo imprescindible en la sociedad contemporánea. En resumen, ayudar a crear el contexto social y cultural óptimo para desarrollar los proyectos emprendedores.
2. En esta jornada se trataron las pautas necesarias para convertir una idea en una empresa, usted lo ha hecho compaginando además su actividad académica y la investigación científica con la creación de empresas y la innovación empresarial, ¿cómo ha sido su experiencia?
A nivel personal enormemente interesante, pero a nivel social e institucional no tan positiva. Combinar la investigación y la docencia académica con el trabajo en el mundo de la empresa (como promotor y como asesor) proporciona una visión más amplia y completa del funcionamiento de nuestra sociedad y su economía y creo que ha mejorado mis capacidades tanto para gestionar y orientar mi investigación y mi docencia como para diseñar la estrategia de mis actividades empresariales.
Pero, al tiempo, la universidad no proporciona las condiciones adecuadas para desarrollar actividades de este tipo por lo que es difícil en lo personal compaginar ambas actividades. Mientras que la universidad reconoce la importancia de la creación de empresas spin-off, por el momento sigue sin introducir los cambios organizativos necesarios para poder desarrollar estos proyectos con alta eficacia. En el fondo, la universidad, como institución, sigue sin encontrar su lugar en su entorno socio-económico y éste sigue siendo enormemente desconfiado hacia la universidad.
3. Desarrolla proyectos y servicios de consultoría sobre innovación y estrategia en redes y organizaciones, centrando su interés en el papel de la tecnología y los modelos de código abierto en las redes sociales, ¿cuál cree que es la situación de Galicia a este respecto?
En Galicia se sigue entendiendo la tecnología solo como una infraestructura, cuando las tecnologías digitales son un factor de cambio radical cuando las utilizamos como un instrumento para un cambio cultural y organizativo. No ha cambiado solo el “con que trabajamos”, ha cambiado el “como trabajamos” y nos organizamos. Pero, en Galicia seguimos usando las “nuevas” tecnologías con viejos modelos. Es necesario entender y aplicar en las organizaciones otros modelos, abiertos y en red, que se sustentan en la colaboración interna y externa, y no los modelos tradicionales cerrados y jerárquicos donde la competencia es la clave. La tecnología por si misma (el software, los ordenadores, la banda ancha …) no es más ya que una condición previa, no un elemento competitivo diferencial. La clave está en lograr que esta tecnología apoye formas organizativas más eficientes e innovadoras.
4. El “Día Galego del Emprendedor” sirvió también para descubrir los desafíos y oportunidades de las organizaciones abiertas y en red, ¿cuáles son las ventajas más evidentes de trabajar de esta forma?
Se reducen los costes al poder utilizar recursos en el lugar y momentos adecuados (las empresas y los profesionales forman redes para proyectos que desaparecen cuando logran su objetivo).
Mayor flexibilidad que permite una respuesta más rápida a los cambios, un elemento clave en un entorno cada vez más competitivo e incierto. La sociedad actual cuenta con un nivel de incertidumbre, ligado a factores globales (sobre los que no tenemos capacidad de modificar) y locales, muy elevado por lo que la mejor adaptación es la flexibilidad.
Mayor velocidad de la innovación y mayor creatividad. Existen numerosas evidencias que demuestran que los equipos de trabajo diversos son más creativos, pero requieren otros modelos de liderazgo. Necesitamos mayor diversidad pero solo la lograremos y la gestionaremos adecuadamente si trabajamos y lideramos organizaciones abiertas y en red y que usen intensamente la tecnología (de ahí la necesidad de que la tecnología se acompañe de cambios culturales y organizativos). Al tiempo, una empresa que colabore con agentes externos (socios, clientes, universidades, …) puede acelerar sus procesos innovadores y alcanzar las velocidad que requiere el mercado.
5. Visité su blog y en él aborda temas como el mal uso de los powepoint, el trabajo en red o la era 2.0, ¿qué público cree que visita su espacio, a quién va dirigido?
Por lo que conozco de mis lectores (y sobre todo de la gente que “conversa” conectando sus propios espacios con el mío) son sobre todo profesionales de la empresa y la universidad con interés por el impacto cultural y social de la tecnología y que apuestan por el cambio, y personas relacionadas con la arquitectura y el urbanismo (otro de los temas por los que me intereso).
6. ¿En qué considera que se diferencian los emprendedores de hoy de los de ayer?, ¿cuál cree que será la diferencia más notable en la forma de trabajar en una empresa de aquí a unos años?
Antes los emprendedores no tenían que ser, necesariamente, innovadores. Por otra parte un emprendedor (que por definición creaba una organización pequeña) debía hacer crecer su empresa para aprovechar las economías de escala o estaba condenado a ser dependiente de las grandes empresas que dominaban su sector.
Ahora, los proyectos emprendedores deben ser, casi necesariamente, innovadores para maximizar sus posibilidades de éxito. Ahora los emprendedores pueden alcanzar masa crítica trabajando en red y colaborando, de modo que no necesitan crear grandes organizaciones para abordar grandes proyectos. Es más, existe una tendencia a concebir las organizaciones como un ecosistema de pequeñas empresas (cuando crece se divide para seguir siendo pequeña y por tanto más flexible y rápida) que trabajan en red.
La tecnología se ve como infraestructura no sólo en Galicia. Más que un factor geográfico hay un factor de tamaño organizativo y de cultura interna. En el caso de emprendedores o de organizaciones pequeñas es más fácil generar una cultura de colaboración y de red desde el principio. La gran dificultad está en las organizaciones grandes, ya sean empresariales o administración pública. Ahí hay una o varias generaciones que no han crecido, aprendido o liderado en red. Lo han hecho desde el control. Y su transición va a ser difícil o imposible. Ven las tecnologías colaborativas como una amenaza porque pierden buena parte del control. Aunque tengamos tecnología 2.0 el modelo de relaciones sigue siendo en buena parte pre-tecnológico.