Mientras que el concepto de empresa 2.0 es posiblemente demasiado ambígüo y proclive a convertirse (aunque no necesariamente) en una herramienta de márketing, el concepto de organización de código abierto supone en mi opinión una aproximación más precisa y específica a los nuevos modelos de empresas que están surgiendo apoyadas en Internet e inspiradas por el movimiento FLOSS (Free/Libre Open Source Software).
He elaborado una serie de ideas, a modo de borrador para debate, sobre los principios bajo los que este tipo de organizaciones se gestionan y desarrollan sus proyectos y relaciones con su ecosistema relacional (usuarios, clientes, socios, colaboradores, competidores, proveedores, …). Para realizar este ejercicio me he basado en dos tipos de experiencias centradas casi siempre en organizaciones de pequeño tamaño. Por una parte, mi relación y trabajo directo con algunas empresas y otras organizaciones, que en su mayoría podríamos denominar de código abierto, en las que he trabajado o con las que he colaborado de diversos modos. Por otra parte, me ha sido especialmente útil lo escuchado y aprendido en los eventos asociados al Día del Emprendedor en los que participé en Mayo de 2008. En Mi participación (mi presentación sobre emprendedores y organizaciones abiertas) en los eventos que se celebraron en Bilbao (Día de la Persona Emprendedora – Bilbao Emprende 2008) y Santiago de Compostela (Día do Emprendedor. A túa idea, a túa empresa, en un panel sobre empresas y software libre) tuvimos la ocasión de conocer de sus propios protagonistas las historias de empresas de software libre como Igalia, Ikusnet o EBOX Plataform / Warp Networks; empresas de producción y gestión cultural como Hapaxmedia / Zemos98, empresas de consultoría tecnológica y gestión turística como Blobject y de una start-up prototípica de la web 2.0 como es Panoramio. La selección de empresas responde a diferentes razones, pero en cualquier caso todas ellas, a pesar de sus grandes diferencias, comparten muchos de los elementos que en mi opinión definen una organización de código abierto. [Para conocer más detalles de lo tratado en esos eventos se pueden consultar los posts publicados en su momento por algunos de los protagonistas y asistentes: Roberto Brenlla, Alfredo Romeo (imprescindible el código genético de Blobject), Nacho Correas y Andres Maneiro].
Por tanto esta síntesis se basa en lo aprendido de personas y empresas que han utilizado, al menos en algunas partes o para ciertos objetivos, el modelo organizativo basado en la filosofía del código abierto como la base de su éxito. Se empieza a dibujar un interesante escenario en el que muchas pequeñas y medianas empresas aplican modelos organizativos herederos del software libre y el código abierto. Algunas se dedican al software, pero otras trabajan en mercados que nada tienen que ver con el software. A pesar de la diversidad de mercados, todas se reconocen en un perfil bien definido. La convergencia en el modelo al que parecen llegar organziaciones diversas no se debe a una decisión a priori sino más bien en la interacción de la cultura de sus fundadores y líderes y las necesidades y oportunidades propias del desarrollo de una empresa. Muchos de estos principios son fáciles de aceptar o defender en un discurso teórico, pero mucho más complejo llevarlos a la práctica con éxito, una labor que requiere disciplina, grandes esfuerzos y confianza en la eficacia en el paradigma del código abierto.
Estas serían las propiedades emergentes que definen a estas organizaciones de código abierto:
ORGANIZACIÓN
– Modelos organizativos horizontales con escasas (casi nulas en muchos casos) jerarquías. Se conciben diferencias en los roles de las personas pero que no están asociados a su posición jerárquica y así los líderes son los que asumen el papel de conectores pero sin que suponga necesariamente un estatus diferenciado o superior.
– Tamaño máximo / óptimo de una organización. Los modelos horizontales parecen tener un límite superior y cuando crecen deben romperse para seguir siendo eficientes. Una organización de un tamaño excesivo requiere ya una jerarquía o debe asumir unos costes de gestión muy elevados, a la vez que estos cambios reducen la capacidad de adaptación y la creatividad. Parece una mejor opción dividirse y buscar formas de colaboración / competición entre cada una de las partes resultantes. Por tanto, la alterntaiva al crecimiento en tamaño es la división en varias unidades (empresas) que funcionan como un ecosistema colaborando y compitiendo (como el caso de de Warp y e-Box). Mi intuición, basada en unas pocas observaciones empíricas (sin ningún valor estadístico), sitúa este tamaño crítico en 30–50 trabajadores [1].
– La estructura debe de ser fluida y adaptable. Normalmente la estructura es temporal y está diseñada para el desarrollo de proyectos, pero debe existir una estructura y unas responsabilidades de cada persona en cada proyecto. Cuando las organizaciones son pequeñas, es fundamental diseñar bien los equipos para los proyectos. Cuando son más grandes se pueden introducir mecanismos de incentivos (mercados internos) para autoconfigurar los equipos. Es especialmente útil contar con un grupo de asesores (o mentores) internos, personas dentro de la organización reconocidas por el resto por su conocimiento y empatía, que participan puntualmente en sesiones con los equipos de proyectos para realizar análisis críticos y recomendar cambios o nuevas vías de trabajo. Estos mentores no tienen una función de control, de modo que las decisiones finales (y responsabilidades) permanezcan en manos de los miembros de los equipos.
LIDERAZGO
– No se necesita jerarquía para gobernar una organización pero si liderazgo y reglas de juego claras. Estos líderes deben ganarse el respeto del resto en base a su conocimiento y su capacidad de comunicación y mediación. Son líderes por convicción y no por jerarquía, su trabajo es especialmente complicado y requiere empatía y saber escuchar y conversar.
– Sus líderes saben contar historias, y especialmente las historias de sus organizaciones. En contraposición a muchos responsables de organizaciones más convencionales, demasiado dados a un discurso plano y corporativo, esta gente sabe transmitir entusiasmo, comunicar, comunicar con sentido del humor y poner de relieve lo que hace a sus empresas diferentes y exitosas.
– Los líderes conocen en profundidad las tecnologías y los procesos que desarrolla su empresa.
– Los conflictos surgen constantemente y de modo irremediable en cualquier organización que trabaja con restricciones. Pero además, los conflictos son necesarios y no se deben ocultar; se asumen y se debaten, explicando los problemas, las dudas e incluso los fracasos. Es importante reconocer internamente y asumir las dificultades que tiene el gobierno de este tipo de organizaciones en las que posiblemente los debates sean mayores (por su propia naturaleza) pero además son más públicos y por tanto más evidentes.
Este modelo de resolución de conflictos suele generar cansancio de modo que, finalmente, mucha gente acaba pidiendo jerarquía para evitar los conflictos. El papel de los líderes no es "ocultar" los conflictos (o sea decidir unilateralmente para evitar el debate), sino gestionar el debate para que se llegue a conclusiones. Pero a la vez se debe utilizar con eficiencia el tiempo que se invierte en estos procesos para evitar que se convierta en la "principal ocupación" de la organización.
REGLAS DE FUNCIONAMIENTO Y TOMA DE DECISIONES
– Transparencia interna y externa. El funcionamiento interno y sus mecanismos de liderazgo se deben basar en la confianza y para ello es imprescindible mantener una transperencia máxima sobre la información que afecta a la organización. Del mismo modo, la transparencia externa es importante para generar la relación de confianza dentro del ecosistema donde se mueve la empresa. La transparencia provoca reticiencias y temores iniciales pero una vez implantada reduce los conflictos y los tiempos de toma de decisiones.
– Una organización horizontal tiende inicialmente a la toma de decisiones cooperativa y asamblearia. Este modelo de deliberación y decisión puede ser útil en ciertos momentos y para organizaciones pequeñas, pero sus costes son excesivos en otras ocasiones. Si en toda situación y en todo momento es la organización completa la que decide, se corre un serio riesgo de provocar una parálisis a poco que la empresa alcance cierto tamaño. Se deben definir (y en este caso de la forma más participativa posible) los espacios (temas) y tiempos en que funciona "la asamblea" y aquellos en que existen responsables (líderes) de la toma de decisiones.
– La financiación es un recurso siempre limitado y limitante y marca muchas veces unos límites que no se pueden superar. Mientras que en otros aspectos cometer errores puede ser hasta necesario, en las finanzas puede ser muy peligroso (sobre todo cuando no disponemos de “músculo” para sobrevivir a crisis, algo bastante habitual en start-ups y empresas pequeñas).Por tanto, la dirección financiera debe ser independiente y marcar lo que se puede y no se puede hacer por razones de coste (sin entrar en el interés o no de una acción determinada). Dicho de otro modo, en la parte financiera la empresa debe seguir más el modelo tradicional, pero con transparencia total.
[1] No existen demasiadas estimaciones empíricas o teóricas del tamaño máximo de grupos en organizaciones humanas. Quizás la mejor guía sea la que proporciona el antropólogo Robin Dunbar, conocida como número de Dunbar, que estimó que los grupos de chimpancés podrían alcanzar un tamaño máximo de 55 individuos basándose en observaciones y en el estudio de los mecanismos de comunicación (la inversión de tiempo en este comportamiento:sería lo que marcaría el límite superior). Según Dunbar, los humanos al contar con más capacidad cerebral podrían alcanzar tamaños de grupo de hasta 150 individuos. Clive Thompson ha revisado el trabajo de Dunbar en un reciente artículo publicado en The New York Times, Brave New World of Digital Intimacy:
In 1998, the anthropologist Robin Dunbar argued that each human has a hard-wired upper limit on the number of people he or she can personally know at one time. Dunbar noticed that humans and apes both develop social bonds by engaging in some sort of grooming; apes do it by picking at and smoothing one another’s fur, and humans do it with conversation. He theorized that ape and human brains could manage only a finite number of grooming relationships: unless we spend enough time doing social grooming — chitchatting, trading gossip or, for apes, picking lice — we won’t really feel that we “know” someone well enough to call him a friend. Dunbar noticed that ape groups tended to top out at 55 members. Since human brains were proportionally bigger, Dunbar figured that our maximum number of social connections would be similarly larger: about 150 on average. Sure enough, psychological studies have confirmed that human groupings naturally tail off at around 150 people: the “Dunbar number,” as it is known. Are people who use Facebook and Twitter increasing their Dunbar number, because they can so easily keep track of so many more people?
El mismo artículo discute como la comunicación electrónica puede permitir ampliar este tamaño máximo, en especial con personas a las que nos unen conexiones débiles (muy comunes en las redes sociales digitales). En todo caso, la observación empírica que planteaba más arriba se situaría más próxima al límite que Dunbar identificaba para los chimpancés. Puede que las organizaciones en que baso mi estimación aún no hayan alcanzado su límite o que el tamaño máximo no sea equivalente al óptimo y las organizaciones decidan dividirse con tamaños menores.
En los 80, cuando hacía «ingeniería de la productividad» y «racionalización administrativa», hablábamos de que el span of control en organizaciones jerarquizadas (activo-pasivos) variaba entre 7 y 15, según la naturaleza del trabajo. En organizaciones reticulares con liderazgo (activo-activos), modelo que suscribo para el futuro, dudo que se pueda alcanzar el entorno de los 30-50 miembros sin sobrepasar el tamaño crítico de ruptura para no perjudicar la eficacia con eficiencia.
Mis observaciones empíricas me hacen estar más de acuerdo con Julen Iturbe, que me parece recordar que maneja un «número mágico» de 18. Bueno tampoco creo que sea demasiado relevante si éste es 20 ó 40 para apoyar sin reparos la reflexión que compartes. Con trabajadores formados, creativos y emprendedores no creo que haya otro modelo que pueda funcionar mejor de forma sostenible.
Lo que no comparto es el distingo que haces con las finanzas. Cierto es que «donde no hay harina hay mohína», que decían nuestros abuelos, y no cuestiono la gran importancia del control financiero. Me parece esencial. Lo que no entiendo es que este aspecto de la gestión se pueda desacoplar del resto de cuestiones que, por acción u omisión (coste de oportunidad), siempre tienen un impacto económico (se contabilice o no, claro).
Excelente artículo. Te quería pedir autorización para tomar prestado este y el anterior artículo para hacer una post-producción/resumen de los mismos y publicarlos en mi blog. Obviamente te citaré debidamente.
Muchos saludos desde Chile
Andres
Cómo son las empresas y organizaciones de código abierto
Caracterización de la forma de organización de empresas FLOSS: modelos organizativos mas horizontales, menos jerarquias, capacidad para gestionar, distinto tipo de liderazgo, toma de decisiones, etc, un interesante borrador preparado por Juan Freire
Juan,
El concepto «abierto», sea «Source», «business» o de cualquier otro tipo asociado es, en mi opinión, muy complejo. Y aún habiendo leído muchos artículos tanto tuyos como de Julen Iturbe, principalmente, sinceramente, no me queda clara su viabilidad. Lo cual no quiere decir que no la anhele.
Referente al tamaño, no lo veo tan claro como tú. Si una empresa aumenta su plantilla, si es cierto que lo mejor, para continuar en un entorno «abierto», sería subdividirse en grupos. Pero pienso que una empresa puede subdividirse en grupos todas las veces que considere necesario y seguir aumentando su plantilla, sin tener que abandonar su objetivo «abierto». O ¿es que´el «open business» es privativo de empresas pequeñas?.
El concepto de liderazgo está rozando con el de jerarquía. Y en definitiva, en una empresa, alguien invirtió dinero. Y ese alguien, `por muy abierto que sea, acabará pidiendo responsabilidades a los líderes, los cuales acabarán teniendo un punto jerárquico por encima del resto, pues serán sus decisiones las que primen sobre las de los demás.
Ten en cuenta, no obstante, que, desde mi poco conocimiento, estoy metiendo «open source» y «open business» en el mismo saco. Y quizá sea ese mi error.
Perdona la extensión, y, ojo, me interesa mucho el modelo y, repito, tanto tú como Julen creo que aportáis un conocimiento impagable, pero tengo la sensación de que al final, es tan difícil, que la cosa se queda en un maquillaje, más o menos bueno, de una estructura vertical.
Saludos
Gracias por los comentarios.
Andrés, por supuesto y gracias por la difusión.
Quizás no sea evidente por lo escrito pero comparto muchas de las dudas que planteáis. De hecho, he publicado este post (que llevaba ya unos meses en borrador …) para seguir reflexionando sobre estas cuestiones. Sobre algunos temas, como el tamaño óptimo, las cifras que aporto son totalmente empíricas sin que tenga una teoria que las puedan explicar (salvo, de algún modo, el «número de Dunbar»).
Lo mismo sucede con la cuestión financiera: mi experiencia me dice que esa estrategia funciona mejor, aunque posiblemente sea una cuestión de falta de «entrenamiento», de modo que con una organización que haya avanzando más en estos modelos y sus trabajadores los hayan interiorizado en mayor medida, incluso las cuestiones financieras podrían ser gestionadas siguiendo el paradigma del «código abierto».
A mi el concepto de código abierto me resulta útil y sugerente. Además el funcionamiento de las comunidades de FLOSS presenta muchas similitudes con este tipo de empresas (no en vano muchas de ellas trabajan además en software libre). Pero puede que a otros este nombre solo le genere ambigüedad. Algo similar sucede con «empresa 2.0».
El equilibrio entre horizontalidad y liderazgo es fragil y difícil de definir. Creo que aquí es donde se encuentra la principal clave del éxito. Pero, en mi opinión, creo que se necesitan líderes, aunque muy diferentes a los convencionales. Como más arriba, podríamos plantear la hipótesis de que en organizaciones que hayan avanzado más en este modelo, los liderazgos tiendan a desaparecer. En todo caso, la experiencia de comunidades de FLOSS o de otros tipos de creación colaborativa refleja que los líderes no tienden a desaparecer.
Somos un grupo de educadores y estudiantes de la ESPOL interesados en promover en nuestra universidad y en la sociedad el uso y distribución del software libre. Con la firme convicción de que el software debe ser un recurso libre y accesible para todos, nuestra misión es dar a conocer al mundo sus beneficios incentivando su uso a nivel personal, académico y profesional a través de diferentes tipos de eventos. http://www.kokoa.espol.edu.ec
Somos una empresa de Ingeniería y telecomunicaciones.
Actualmente hemos desarrollado una plataforma ERP codigo abierto. En ella se encuentra una aplicación Financiera con un desarrollo que consideramos ventajoso. Estamos en el proceso de lanzamiento. Entre aquí y me has dado ideas para este lanzamiento.
Creo que todo esto va a funcionar cuando no exista el dinero y las maquinas hagan el trabajo tedioso, cosa que todos hacemos solo lo que queremos hacer. Lo encuentro utopico pero no lo tiraria a el traste de la basura, sueño que algun dia esto se haga realidad.
Ojala mas empresas apostasen por el codigo abierto, creo que nos beneficiaran a todos y nos podriamos beneficiar unos de otros sin duda!