Design was once to please the eye,
now it serves to please the mind.
How design delivers value. Un epigrama de Grant McCracken.
Es paradójico, y estimulante, vivir en una cultura predominante visual que quiere abandonar lo estético (el exterior) para lanzarse al significado (el interior).
Juan:
más allá de polemizar, lo estético no es igual a cosmético. No hay semántica sin forma, y la forma, cualquier forma, siempre será depostaria de una estética. Que será más o menos barroca, clásica, minimalista, etc. Culpabilizar a lo visual de la falta de «interioridad» de nuestra cultura, ¿no es un poco demasiado fácil? ¿Seguro que el significado está en el interior? ¿El interior de qué, de dónde? Saludos, alberto bokos