La confluencia de la Internet, la tecnología 2.0 y la cultura digital está modificando radicalmente la educación. Pero mientras las instituciones tradicionales intentan, con mayor o menor éxito, integrar tecnologías, una parte de la comunidad educativa explora nuevos caminos al margen de las instituciones al entender que no nos enfrentamos a un reto tecnológico, si no a un cambio cultural en que la tecnología actúa como facilitador al tiempo que les permite independizarse de las estructuras organizativas convencionales (que en muchas ocasiones actúan como barreras para la colaboración). Este proceso lleva ya años de desarrollo silencioso, pero cada vez la brecha entre unos y otros se hace más patente. En los últimos meses, y de forma inesperada, el nacimiento de un neologismo, edupunk, puede haber dotado de identidad a este proceso de cambio haciendolo más visible y, por tanto, empujando un necesario debate dentro de las comunidades educativas. Sobre este tema he escrito en Soitu.es | Piel digital en dos posts: ¿Ha nacido el edupunk?: los orígenes y Edupunk: ¿de qué estamos hablando?

Complementariamente, es recomendable consultar otros análisis previos en castellano que se citan en un comentario a mi primer post, como son los de Dolors Reig, Grupo Nodos_Ele, Diego Leal, Cerro de las Lombardas (de José Luis Gamboa, autor del comentario).

¿Ha nacido el edupunk?: los orígenes

Un fantasma recorre las universidades mundiales, un espectro que amenaza con acabar con unas instituciones que parecían destinadas a sobrevivir a todo tipo de avatares manteniendo por siglos sus preminencia intelectual. Ese fantasma existía ya desde hace tiempo, pero desde el 25 de Mayo tiene nombre y eso lo hace aún más temible. Se llama edupunk.

Todo lo anterior es con toda seguridad una exageración. Muy pocos en las universidades habrán oído a estas alturas hablar de edupunk y menos aún pensarán que significa algún tipo de peligro. Pero tras esa palabra se esconde una forma de entender la educación y el aprendizaje radicalmente diferentes al modelo convencional y unas comunidades de prácticas empoderadas gracias a la irrupción de la tecnología digital. Puede que, finalmente, el “peligro” sea más real de lo que muchos pudiesen esperar.

Aunque el término nació a finales de Mayo, Edupunk ya está recogido en la Wikipedia, aunque nos avisan de que “un editor ha expresado su preocupación por que este término puede estar documentando un neologismo”, lo cual, además de evidente, no es bueno ni malo en si mismo (excepto, quizás, para la propia wikipedia). En todo caso el artículo, por el momento, explica que edupunk es una aproximación a las prácticas de la enseñanza y el aprendizaje basada en una actitud do it yourself (DIY; “hágalo usted mismo”). Pero, aunque el concepto está recién nacido, identifica una serie de actitudes, comunidades y usos de la tecnología que son tan antiguos como la propia Internet y que ha vivido un extraordinario desarrollo en los últimos años, en paralelo con la explosión de la web 2.0.

En esta fotografía aparece Jim Groom, especialista en tecnología educativa y profesor de la University of Mary Washington, convertido en el poster boy del concepto de edupunk. El concepto nace en el post The Glass Bees, que publicó en su blog el 25 de Mayo de 2008. El título del post hacía referencia a la novela homónima de Ernst Jünger que apareció en 1957 y fue reeditada en el 2000 por New York Review of Books con una introducción de Bruce Sterling (disponible aquí en pdf). En realidad, fue la novela y, especialmente, la introducción fueron las que motivaron la reflexión de Groom y, de algún modo, el nacimiento del concepto de edupunk.

Jünger percibió que el capitalismo industrial es un juego ridículo, así se mostro remarcablemente acertado en la predicción de sus movimientos futuros….comprende que la tecnología es perseguida no para acelerar el progreso si no para intensificar el poder. Comprende que el entretenimiento popular se acompaña de una cara oculta militar-industrial.

Estas ideas le llevaron a analizar el efecto de la tecnología educativa en la lucha existente entre el “poder establecido” y las utopías liberadoras. El movimiento edupunk, a semejanza de lo que significó el punk para la música hacevarias décadas, es la respuesta radical y en parte utópica a los poderes y usos establecidos, que trata de promover la libertad y participación activa de las personas implicadas.

La reflexión de Groom se dispara con el lanzamiento de la Academic Suite release 8.0 de BlackBoard. Esta es una de esas tecnologías educativas que constituyen un sistema de gestión del aprendizaje (Learning Management System, LMS, o Course Management System, CMS). En su lanzamiento Blackboard propone que su software “enhance critical thinking skills” y “improve classroom performance.” Groom critifca estas afirmaciones, dado que estos procesos los realizan y logran las personas, no la tecnología. La tecnología puede actuar como facilitadora, pero solo si existe una comunidad trabajando en una determinada cultura esta tecnología será útil. Blackboard representa un modelo cerrado, y con un coste considerable, que se utiliza por muchas instituciones educativas para justificar sus esfuerzos en innovación (historia en wikipedia de la compañía BlackBoard y sus productos). Conciben el cambio como una cuestión de tecnología.

En las universidades abundaron en la década de 1990 (y continuaron su predominió en los inicios del siglo 21) los LMS que podíamos entender como basados en un modelo 1.0 y que estaban basadas en sistemas cerrados que integran diferentes utilidades de gestión de contenidos y personas (estudiantes), disponibles comercialmente, muy potentes pero de difícil aprendizaje. Este tipo de sistemas presentan un coste elevado (tanto económico como en tiempo de aprendizaje) por lo que se suele hacer poco uso de todas sus utilidades y, además, necesitan personal técnico de apoyo. Por úlitmo, al ser sistemas cerrados “atrapan” a sus usuarios que cuando deciden cambair a otro tipo de plataformas no pueden, en muchos casos, exportar su información fácilmente.

Muchas universidades españolas pasaron en los últimos años por varias fases en el uso de LMS. Inicialmente muchas intentaron desarrollos propios que tuvieron una vida corta al comprobar la dificultad de mantener un ritmo y calidad de desarrollo comparables a los de comunidades abiertas o iniciativas privadas. Así, a finales de los 90 surge el antecesor de Blackboard, WebCT (wikipedia), como una iniciativa comercial que es adoptada por muchas universidades españolas. Lo que sigue es una historia habitual en los oligopolios de software: Los bajos precios y la calidad de WebCT le hacen ganar muchos clientes institucionales y, de este modo, acaba por convertirse casi en un estándar. Acto seguido los precios comienzan a incrementarse (en forma de licencias de uso anuales) lo que coloca en serios aprietos a muchas universidades que no pueden permitirse esa inversión pero, al tiempo, tienen serias dificultades para explicar a sus usuarios (y en particular a us propios profesores) que al abandonar WebCT perderán buena parte de su trabajo de creación de contenidos digitales. En 2006 Blackboard compra WebCT y lo integra con sus propios productos. Muchas universidades en España han ido abandonando estos LMS comerciales para utilizar plataformas abiertas, como Moodle. Hace ya dos años que el fenómeno Moodle explotaba de modo silencioso imponiendose en la mayor parte de las universidades españolas.

Por eso, Groom lanza en su post la alternativa edupunk. Todo lo que hacen los LMS convencionales se puede hacer ya con herramientas de la web 2.0 que permiten la creación, gestión, colaboración y publicación. pero además estas herramientas son de código abierto y/o presentan APIs abiertas, y por tanto permiten su personalización e integración, son gGratuitas o de coste muy bajo, su aprendizahe es fácil y se pueden adaptar de modo sencillo y rápido a necesidades específicas. Se necesitan pocos conocimientos técnicos

Pero además, la estrategia edupunk implica que son las personas y sus redes el centro del proceso de aprendizaje y la base de la innovación y no la tecnología por si misma.

Edupunk: ¿de qué estamos hablando?

En el anterior post explicábamos como las limitaciones y perversiones de las tecnologías educativas corporativas que dominaron las universidades en los últimos años ha llevado a una respuesta desde dentro del sistema (por parte de los propios profesores y estudiantes) pero al margen del sistema (utilizando las tecnologías abiertas propias de la web 2.0) que se ha identificado como edupunk. A los pocos días del post donde Jim Groom acuñaba y explicaba el término que explica un proceso que lleva ya años gestándose, The Chronicle of Higher Education se hacía eco del movimiento edupunk (Frustrated With Corporate Course-Management Systems, Some Professors Go ‘Edupunk’)

El punk rock fue una rebelión contra el sonido limpio y predecible de la música popular y al tiempo prmovió una actitud “do-it-yourself”. Edupunk parece ser la reacción contra el crecimiento de los sistemas de gestión de cursos que ofrecen herramientas genéricas que hacen que los sitios web de todos los cursos parezcan iguales.

Pero este artículo repetía algunos de los errores que critica el propio edupunk al cifrar el cambio en la tecnología. Otros medios se han hecho eco del edupunk, pero, como en el caso de David Cohen en motorboard (uno de los blogs de The Guardian), poniendo el foco en la eduación y no en la tecnología (así Cohen titula su post Nevermind the pedagogues, here’s edupunk). En esta misma línea, Leslie Madsen Brooks, en BlogHer, hace una introducción al Edupunk, en la que recalca su espíritu do it yourself (DIY) y buena parte de la nueva tecnología educativa y propone una definición menos tecnológica y mucho más política:

… edupunk está centrado en el estudiante, cuenta con abundantes recursos, ha sido creado por los profesores o por la comunidad y no por una corporación, y estña promovido desde posiciones políticas progresivas. La filosofía del aprendizaje y la expresión digital de Barbara Ganley es una manifestación elegante de edupunk. Nina Simon, con sus modos imaginativos de aplicación de las filosofías de la web 2.0 al diseño de las exposiciones en museos, ofrece visiones de edupunk tanto  low- como high-tech.

Edupunk, al parecer, recoge las tácticas educativas progresistas de la vieja escuela – un aprendizaje que se inicia con los intereses del que aprende – y las hace relevantes en la edad digital en la que vivimos, a veces privándose de las tecnologías digitales por completo.

Otros expertos en educación y tecnología, como D’Arcy Norman o Stephen Downes inciden también en la idea de que el edupunk no es algo relacionado principalmente con la tecnología si no con la cultura. Este último, una autoridad reconocida en el mundo del eLearning, augura un largo recorrido al concepto de edupunk que ha tenido una calurosa acogida  en la blogosfera («… has totally caught wind, spreading through the blogosphere like wildfire«).

En la blogosfera educativa española, Daniel Domínguez ha introducido el concepto y sus conexiones pedagógicas y políticas así como con los movimientos derivados del software social:

El término/movimiento es muy interesante por varios motivos: recoge las inquietudes de un buen número de docentes que buscan mejoras continuadas en sus prácticas ‘online’ y carecen de respuestas en las tecnologías disponibles en sus instituciones, puede fundamentar (en el nivel epistemológico) la corriente del e-learning 2.0 y, sobre todo, reúne en torno a un concepto (marca) una serie de inquietudes presentes en el el movimiento de los recursos educativos abiertos.

El punto de crítica es el del control y la evaluación. Es algo que en la pedagogía se viene discutiendo desde las teorías anarquistas y de la ‘desescolarización’…

Un ejemplo puede ser especialmente útil para comprender con mayor claridad las diferencias entre los modelos educativos convencionales, aquellos que estan soportados por LMS como el propio BlackBoard, ý los que podríamos definir como edupunk. El propio Jim Groom ha analizado un proyecto de la Wikipedia que considera un caso de edupunk (propone que este curso es “…is so edupunk”.). Se trata del curso Murder, Madness, and Mayhem que imparte Jon Beasley-Murray en Vancouver en la Universidad de British Columbia y que otro gurú de la tecnología educativa, su propio compañero de universidad Brian Lamb, considera en su blog Abject Learning como “el futuro de la educación superior”.

Tal como explica el propio Beasley-Murray en la descripción detallada del proyecto que ha publicado en la wikipedia, se trata de un curso sobre literatura latinoamericana dedicado monográficamente a “novelas de dictadores”, y que analiza entre otros a autores como Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa. El objetivo del curso era que los estudiantes, en grupo, editasen y/ creasen artículos de la wikipedia sobre los textos y autores a los que se dedicaba el curso con el fin de que, a lo largo del semestre que duraba el curso, algunos de estos artículos alcanzasen el estatus de «featured article» (“artículo destacado”), definido por la wikipedia como «un artículo que ejemplifica el mejor trabajo y alcanza estándares profesionales en su escritrura y presentación”. El reto era importante dado que menos del 0.1% de los artículos alcanzan ese estatus, pero el curso puede considerarse un éxito dado tres artículos fueron destacados (El Señor Presidente, Mario Vargas Llosa y The General in His Labyrinth), y otros 8 alcanzaron el nivel de Good. Debemos tener en cuenta que solo otros dos artículos sobre literatura latinoamericana alcanzaban ese estatus en ese momento.

Este ejemplo, así como las propias definiciones que se han propuesto para edupunk, identifican los nuevos papeles que deben jugar en estos procesos de aprendizajen que priman la iniciativa del estudiante y sus capacidades creativas e innovadoras. Así los estudiantes actúan en este tipo de cursos como socios y pares del profesor en la construcción de conocimiento como una estrategia de aprendizaje. Los estudiantes deben participar activamente en el proceso de aprendizaje y deben colaborar tanto entre ellos como con los profesores trabajando tanto individualmente como en equipo. Los profesores cambian radicalmente sus funciones tradicionales al tiempo que se diversifican las formas en que participan en el proceso de aprendizaje tomando papele de consultores y facilitadores de información, facilitadores del aprendizaje, diseñadores de medios, moderadores y tutores virtuales y/o presenciales, orientadores, y evaluadores continuos. A pesar de este papel de evaluadores, que no desaparece, el proceso de evaluación se hace en realidad más transparente y objetivo al introducir objetivos que pueden ser evaluados externamente (por ejemplo, que los artículos de la wikipedia alcancen un determinado estatus).

Para aquellos interesados en lo que sucede alrededor de este incipiente movimiento, puede resultar de interés seguir Edupunk.org, un blog recién nacido dedicado, al parecer, a recopilar noticias sobre este movimiento y que anuncia el propio Jim Groom en su propio blog. Por otra parte, ya en Enero de 2007 proponía modelos similares, en este caso para los másters MBA en Reinventando los MBA en la era digital: Master in the Business of Attention (más aquí). Con un planteamiento más amplio se pueden consultar estos artículos y esta presentación y video.

9 comentarios

  1. ¿Ahora somos edupunks?

    Mi ‘radar’ debe de estar estropeado. A pesar de que el término ya lleva rondando unas semanas, no lo había visto hasta que leí los artículos que dedicó Juan Freire al tema en soitu: ¿Ha nacido el edupunk?: los orígenes y Edupunk: ¿de qué estamos habla

  2. Movimiento edupunk y educación 2.0

    La confluencia de la Internet, la tecnología 2.0 y la cultura digital está modificando radicalmente la educación. Pero mientras las instituciones tradicionales intentan, con mayor o menor éxito, integrar tecnologías, una parte de la comunidad educativa…

  3. Lamento profundamente que un «formador de opinión» como tu no haya considerado referirse, en este valioso post, a la brecha cultural que separa al todo el sistema educativo iberoamericano (particularmente a nuestras Universidades) de iniciativas como Edupunk. Opino que, esa grieta, tiene una raíz mucho más profunda en la naturaleza «pásala fácil» del profesorado y sus cuadros directivos que es el apático compromiso de los estudiantes con un sistema, contenidos y metodologías que en la práctica, en Iberoamérica, no han cambiado sustancialmente en los últimos 40 años o más.

  4. Aunque debo admitir que me cuesta trabajo creer que cada vez más, las Universidades se alejan de la educación tecnológica, por decirlo de alguna manera, siempre ensimismada en la educación tradicional. Supongamos que le cuesta trabajo porque no es nada fácil girar la plataforma del aprendizaje y de la educación por tanto tiempo delegada a las universidades a una jungla de sitios ciberespaciales. Entonces ¿el rigor académico dónde quedará?, que al menos en México en estos últimos 10 años ha perdido en sus aulas educativas. Cuesta trabajo creerlo, por que la Internet «hay toda la información disponible y el conocimiento a la mano» y «no hay nada a su vez», según recuerdo haberlo escuchado a una connotada semiotista, esto es, como cuerpos nebulosos arrastrado por la corriente de la tecnología cibernética. Me parece que ese desafio lo están afrontando las Instituciones Educativas, hoy. Es darle oportunidad y tiempo o se perderán en el limbo de la estructuras burocráticas.

  5. Extraordinario artículo, Juan, que necesita tiempo para la su reflexión. Te felicito. Gracias.

  6. No veo ninguna solución en la anarquía educativa. Siempre es necesaria una articulación de contenidos para darle sentido al proceso de aprendizaje. Pretender que el concepto 2.0 soluciona todo es algo, por lo menos, utópico.

  7. Excelente artículo, la era de la información esta cambiando muchas cosas, entendamos algo, porque la letra con sangre entra, ya no es compatible en esta nueva era, el aprenhender debe ser divertido y servir para tu vida como algo que te gusta hacer y no quedarte fustrado en un trabajo que ganas bien pero te sientes mal.
    Ademas sabemos bien que el sistema educativo es un sistema que cierne y forma soldados para servir a la patría, porque no cambiar esa concepción que ha durado miles de años, no se olviden que la educación se origino de la necesidad que tenia el rey de que sus subditos trabajaran para sus tierras y no de la necesidad de saber más sino otra sería la historia.

  8. Rebeca Reyes Carmona

    Me parece muy interesante el concepto de Edupunk, lo que me preocupa es la falta de disposición de un gran sector de la docencia que no está dispuesto a tener ese «parto» tecnologico..Para estas generaciones (al menos 2) pienso que será muy complicado cerrar esa brecha que hay entre los «migrantes» digitales (que muchas veces ni siquiera quieren migrar) y los «nativos» digitales.
    A nivel universitario, hay incluso alumnos que no les gustan las clases con el apoyo de todas estas herramientas, prefiriendo las clases tradicionales. Me parece que es cuestión de tiempo…y de subirse al tren de la tecnología.
    Saludos desde Celaya, Gto. Mexico
    Rebeca Reyes Carmona

  9. Pingback:Del edupunk a la transformación de la educación: 2008-2015 | Juan Freire

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