Construir para pensar

Durante un largo periodo “el hacer” (en el sentido de construir) estuvo un tanto relegado (y lo sigue estando en ciertos ámbitos) ante la aparente superioridad de la actividad intelectual pura, “el pensar”. Por otra parte, “aprender haciendo” ha sido un método de aprendizaje poco practicado pero que parece que ahora empieza a recuperarse. Yendo un poco más allá, “hacer” sin necesidad de un plan previo ni paralelo puede ser también una vía sutil pero muy efectiva para aprender. Parece que las continuas e interminables crisis de la educación convencional, unido a la creciente abundancia de información y conocimiento (que, felizmente, hace imposible el objetivo distópico del conocimiento absoluto), nos está llevando a reconocer de nuevo que la mejor vía para aprender es hacer, ya sea antes o durante. Es especialmente interesante en este sentido, esta respuesta de Matt Jones, de Dopplr, a la pregunta de Ryan Freitas, de Adaptive Path, en esta larga (y muy recomendable) entrevista, en la que recuerda el manifiesto incompleto de Bruce Mao:

RF: You’re known as a fan of building first, asking questions later. Is that accurate?

MJ: Well – whatever you think of Ideo, ‘Build to think’ is a pretty fantastic way of incapsulating that thought. And it’s cheaper than thinking now [nose wink] With mobile it’s essential, and yet hard to do. I’m still a big fan of Bruce Mao’s manifesto:

“3. Process is more important than outcome. When the outcome drives the process we will only ever go to where we’ve already been. If process drives outcome we may not know where we’re going, but we will know we want to be there.

4. Love your experiments (as you would an ugly child). Joy is the engine of growth. Exploit the liberty in casting your work as beautiful experiments, iterations, attempts, trials, and errors. Take the long view and allow yourself the fun of failure every day.”

En su versión en español:

3. El proceso es más importante que el resultado. Cuando el resultado conduce al proceso, sólo llegaremos a donde ya hemos estado. Si el proceso conduce al resultado, quizás no sabremos a dónde vamos, pero sabremos que queremos estar ahí.

4. Ama tus experimentos (como amarías a un hijo feo). La emoción es el motor del crecimiento. Goza la libertad de considerar tu trabajo como maravillosos experimentos, intentos, ensayos y errores. Adopta un enfoque de largo plazo y permítete todos los días la diversión de fracasar.

De algún modo Richard Sennett vuelve sobre este tema en su último libro, The Craftsman, donde a partir del análisis de diversos casos y tipos de artesanos explica como construir algo con las propias manos puede ser una excelente vía hacia el conocimiento, y particularmente hacia un tipo de conocimiento especialmente útil para resolver problemas y relacionarse socialmente:

This book argues that there is a craftsman in every human being, and is a philosophically-minded enquiry into practical activity of many different kinds past and present. History has drawn fault-lines between practice and theory, technique and expression, craftsman and artist, maker and user; and modern society suffers from this historical inheritance. But the past lives of crafts and craftsmen also suggests ways of using tools, organising bodily movements and thinking about materials which provide viable alternative proposals about how to utilise one’s talents.

Core77 resalta en su post sobre el libro de Sennett, Making Matters, que la capacidad de construir (la artesanía) es la capacidad fundamental que compartimos los humanos y que, cuando se entrena adecuadamente, este proceso funciona como una “memoria muscular” que, literalmente, entrena la mente mientras se trabaja con las manos. Siguiendo con esta idea, The New York Times, Making it,  resalta  que Richard Sennett’s “guiding intuition” in “The Craftsman” is that “making is thinking”, y que la artesanía proporciona cuatro vías para el parendizaje:

And what is it that such persons know? They know how to negotiate between autonomy and authority (as one must in any workshop); how to work not against resistant forces but with them (as did the engineers who first drilled tunnels beneath the Thames); how to complete their tasks using “minimum force” (as do all chefs who must chop vegetables); how to meet people and things with sympathetic imagination (as does the glassblower whose “corporeal anticipation” lets her stay one step ahead of the molten glass); and above all they know how to play, for it is in play that we find “the origin of the dialogue the craftsman conducts with materials like clay and glass.”

The Guardian ha publicado otra interesante crítica, Labours of Love, del libro de Sennett.

La imagen procede de Core77, que la ha adapatado del original en The New York Times.

3 comentarios

  1. Me ha resultado interesante el descubrimiento del manifiesto incompleto y en concreto el punto 4:
    «Ama tus experimentos (como amarías a un hijo feo»
    Es una metáfora que me permitirá moverme con más seguridad por el aula y planificar acciones más arriesgadas.
    Un saludo

  2. Como se lo tiene que tomar por ejemplo un médico donde el error no es asumible por las consecuencias. Aunque las nuevas tecnologías te pueden exigir dar pasos y utilizar el método ensayo error

  3. Hola juan, perdona por desligarme del tema, pero te adjunto, por si acaso es de tu interés, un post sobre una cosa curiosa: la posible unión de técnicas de marketing para propiciar un cambio discursivo en la critica de arte..relizado por un blogger, no un profe…:-), igual te interesa… muchas gracias por tus recomendaciones e hipertextos¡¡
    http://www.arte10.com/blogs/Artarte/blog.php

Responder a josepe Cancelar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.