Ciencia ficción, arte y escenarios urbanos: el presente como inspiración

La ciencia ficción ha sido el territorio de la especulación urbana casi siempre distópica (y muy pocas veces utópica),del diseño de ciudades más o menos improbables, y dominadas (o dominables) en mayor o menor medida por la tecnología. Pero, puede que una parte de la “ciencia ficción urbana”, la mejor y que en ocasiones acaba siendo catalogada como arte, se inspire directamente en la ciudad contemporánea si el observador se atreve a adentrarse en su interior.

Con el inicio de 2008 salió a la luz io9, el nuevo blog de ciencia ficción de Gawker. En estos primeros días nos desbordan sus contenidos creados por un equipo liderado por Annelee Newitz y un interersante grupo de autores, entre los que se encuentra Geoff Manaugh, responsable del maravilloso BLDGBLG. Entre sus posts empiezan a aparecer, inevitablemente, los resultados de la convergencia del arte digital, la ciencia ficción y la especulación urbana.

En Stackable City Of the Oddworld Dead se comenta el trabajo del diseñador y artista conceptual Rob Brown, que ha desarrollado los escenarios del videojuego Oddworld, y especialmente del nivel Necrum:

… you come across a city of the dead called Necrum. It’s a very creepy place, as you can see from this artwork, and looks like a landscaper’s nightmare. Just scaling those palm tree tower things along would be fairly death-defying, and that’s just if you could manage to quit looking at the Chuck-Jones-on-acid landscape.

En The Ghosts Of Tomorrow’s Mega-Cities  aparece el trabajo del fotógrafo Peter Bialobrzeski con las megaciudades asiáticas. Además incluyen una fotogalería, procedente de sus libros Neon Tigers y Lost in Transition, donde se muestra como lo contemporáneo puede ser la mejor ficción:

Photographer Peter Bialobrzeski used to take bright photos of Asian mega-cities. But a few years ago, he stumbled on something more other-worldly: the ghostly look of an Asian construction site at dusk. Because Asian countries use super-fast construction techniques that aren’t found in his native Western Europe, Bialobrzeski saw tons of skeletal structures in the gathering dark, with the occasional sign of nature.

Palla es el nick en Internet del arquitecto y fotógrafo japonés Kazuhiko Kawahara, que “construye” escenarios urbanos caleidoscópicos mediante la manipulación digital de fotografías de edificios y grandes estructuras. Como explican en el número de diciembre de 2007 de Wired, Get Lost in Photographer Palla’s Kaleidoscopic Images of Japanese Cityscapes, Palla es un “nativo digital” que desde 2002 ha trabajado con herramientas digitales y ha difundido su obra en Internet (y desde aquí ha llegado al mundo de las galerías de arte):

In 2002, Palla began digitally manipulating urban snapshots and posting them on his blog, Pallalink.net. This led to a little ad hoc crowdsourcing: Site visitors left remarks and suggestions that Palla channeled into his art. "Thanks to everyone’s comments," he says, "the quality of my work has gotten better."

Wired incluye contenidos adicionales en este especial para su web, Shoot and Twist. Entre ellos la fotografía The Unfold Cityscape (abajo) que ha donado para su uso en la película de código abierto A Swarm of Angels (de la que hablamos aquí).

Palla distorsiona la aparente realidad de las ciudades contemporáneas y las transforma en escenarios propios de ficción. En realidad su obra es una lectura profunda de la realidad urbana en que vivimos, tal como explica en esta recomendable presentación online.

El 4 de Enero El País publicó un artículo sobre Palla, Retratar, cortar y pegar la ciudad sin límites, donde narran su historia, explican los detalles técnicos de su trabajo y comparan su obra con la de Escher. Los parecidos son más formales que conceptuales; mientras uno se sumerge en el surrealismo, el otro navega en la hiper-realidad:

En su búsqueda por revelar qué se esconde detrás de las fachadas, Palla, como Escher, compone verdaderas conjeturas matemáticas. "No me interesa el surrealismo de las obras de Escher. Prefiero la simpleza de su técnica y cómo construía sistemas complejos partiendo de la racionalidad matemática". No obstante, existe una notable diferencia entre los dibujos del holandés y las piruetas fotográficas de Palla: en el mundo del japonés no hay personas, tan sólo edificios, caleidoscopios que investigan lo que se oculta detrás de la monotonía de los muros y los adoquines. "Me crié en el área portuaria e industrial de Osaka, una zona desolada y en crisis, y crecí sabiendo que la habían olvidado. Mis imágenes captan esos muros abandonados porque quiero analizar cómo y por qué el recuerdo se borra en ciertos lugares".

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