Redes, comunidades y web 2.0: viejos acrónimos para nuevas métricas

John Hagel analizó en Community 2.0 como la irrupción de la web 2.0 está modificando el funcionamiento y objetivos de las comunidades digitales. El concepto de comunidad digital es tan viejo como la propia Internet, pero, tras la burbuja de finales de siglo, este término cayó en desuso. Posiblemente sufrió la mala imagen que arroyó a todos los conceptos que se asociaron con esta primera ola fallida en muchas de sus espectativas (en particular aquellas relacionadas con los resultados financieros, no tanto en el desarrollo tecnológico y social pues fue el origen de la nueva fase de Internet que ahora vivimos).

Por el contrario, la web 2.0 se asocia con la eclosión de las redes sociales. Pero, redes y comunidades siguen siendo dos realidades organizativas estrechamente asociadas tanto en el mundo analógico como en el digital:

… la dinámica "saludable" de una red, en el sentido de que genera más "beneficio" a toda la red y a sus componentes, depende más de la evolución de los grupos de nivel medio (comunidades) que de los individuos. Es lo que Alex Arenas llama "el predominio de la mesoescala". Esta es una unidad de análisis y gestión crítica para un mundo de redes. Como es intermedia, no gusta ni a los individualistas ni a los colectivistas y descoloca a casi todos.

Por otra parte, la web 2.0 está logrando que la división entre comunidades de interés y comunidades de práctica, que operaba antes, desaparezca y ahora los participantes en una red o comunidad compartan conocimiento, y al tiempo lo construyan en colaboración, dando lugar ya a lo que antes denominábamos nuevo conocimiento, en el sentido de ser intangible, o a al diseño de productos y servicios, o conocimiento tangible. Como nos recuerda Ramón Sangüesa nos dirigimos hacia una cultura de diseño donde la "tangibilidad" deja de ser el criterio fundamental para categorizar prácticas, y tecnología y ciencia dejan de tener dependencias jerárquicas entre ellas para dar lugar a un nuevo humanismo:

La reflexión sobre el diseño indica que la tecnología genera un conocimiento que está más allá del aprendizaje propio de la artesanía pues, mayormente, éste correspondía a variaciones sobre patrones heredados. El diseño también se desmarca del conocimiento de la era industrial. Entonces la tecnología era más ingenieril. Además, se sometía a otras formas de conocimiento “superiores” como la ciencia. Esta liberación de las garras de las ciencias así llamadas “básicas” ya la apuntaron en su momento Walter Vicenti y otros. El diseño es una Ciencia de lo Artificial (Herbert Simon) que opera sobre los productos de nuestra actividad. Y los objetos que se diseñan son cada vez más inmateriales y simbólicos, más ligados a la información y al conocimiento, incluido el conocimiento del proceso de diseño. Así, creamos conocimientos sobre el diseño de patrones de información genética. Es diseño extremo: conocimiento sobre el rediseño de la codificación que …. !ha generado al propio diseñador!.

Hagel espera que las divisiones entra ambos tipos de comunidades se desdibujen por dos razones:

1. … to adopt their passions as their professions and seek out communities that enable them to accelerate their talent development while pursuing their passions. We see this very much in open source communities where talent development and reputation building are key motivations for participation

2. As customers gain more power, they will want to become more deeply involved in the design, delivery and tailoring of products and services to meet their needs.

Estas razones funcionan a la escala de la persona. Si incorporamos la escala de las organizaciones, podríamos ampliar este escenario, planteando que en la evolución de las comunidades contribuyen tres grandes tendencias asociadas a la web 2.0, como cambio de paradigma sociotécnico (o tecnocultural):

  1. los expertos ya no son necesariamente profesionales, los amateurs “se han rebelado” y pueden situarse en el “extremo virtuoso” de la larga cola del talento;
  2. la innovación se democratiza y algunos usuarios (de nuevo el extremo de la larga cola) se convierten en diseñadores de nuevos productos y servicios o en la mejora de los existentes;
  3. las organizaciones 2.0 se convierten en plataformas abiertas, que pasan de ejercer el “push planificador” al “pull buscador” (trasladando a las organizaciones la idea de los planners y searchers que William Easterly utiliza para conceptualizar los dos modelos de ayuda al desarrollo).

Estas nuevas comunidades necesitan, según John Hagel, nuevas métricas, nuevos indicadores que nos midan su eficacia en términos empresariales. Aquí Hagel propone, con un tono irónico, reciclar los viejos acrónimos para nuevos usos. Así ROI se convierte en “return on information”, ROA en “return on attention” y ROS en “return on skills” (aunque yo prefiera la versión ROT, “return on talent”). Más alla de la ironía, este cambio de indicadores refleja un cambio profundo de estrategia. Las nuevas organizaciones se enfretan a un mundo paretiano, no gaussiano, donde los eventos raros se converten en el objetivo o en un riesgo no descartable. De este modo, para enfrentarse a mayores grados de riesgo e incertidumbre se necesitan hacerse más flexibles (adaptativas) y orientadas más al medio y largo plazo que al corto plazo.

3 comentarios

  1. Creo que tenemos que cerrar el círculo con la tangibilización, que a día de hoy puede recuperar su sitio a través del fabbing, al que David de Ugarte anda dando vueltas en los últimos tiempos. La separación digital-físico parece superada bien sea porque lo digital se expande hasta confluir con lo físico o bien sea porque, siendo entidades claramente diferentes, existen máquinas capaces de transformar en físico lo que ha sido generado en digital.
    Como otras muchas veces, Juan, me parece una reflexión muy profunda la que tenemos ante nosotros con el post que acabas de publicar.

  2. Pues sí. El taller de fabbing del entorno del IAAC en Barcelona, está en marcha ya:
    http://www.fablabbcn.org/
    y en el proyecto de Citilab, también lo pondremos en marcha a partir del próximo cuatrimestre.
    http://citilab.eu/

  3. «De este modo, para enfrentarse a mayores grados de riesgo e incertidumbre se necesitan hacerse más flexibles (adaptativas) y orientadas más al medio y largo plazo que al corto plazo.»
    Es decir,cambiar nuestra metodología científica de construir conocimiento hacia la teoría de los sistemas complejos adaptativos, pues se debe hacer énfasis en la importancia que tiene el factor de incertidumbre dentro de las organizaciones como por ejemplo los acontecimientos inesperados que se presentan en las redes de políticas públicas, empresariales o scoiales en general.
    Saludos
    Excelente Post
    Andrea Naranjo

Responder a Andrea Naranjo Cancelar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.