Provocaciones para el cambio en la gestión

En la conferencia Inventing the Future of
Management
, organizada recientemente por el Management Lab y Gary Hamel, se proponía a los particiapntes
que, como introducción, lanzasen una provocación relacionada con su trabajo. Uno
de ellos, Andrew McAfee, explica su provocación y de paso realiza un resumen de
las de otros (My
Provocation, and Others
; vía Ross Mayfield, Provocations
and Design Flaws for Management
).

Son solo frases cortas, llenas de posibles matices, pero en su mayor parte
reflejan realidades que cuando se escuchan en eventos suscitan la sonrisa y la
complacencia de los asistentes (en su mayoría responsables de organizaciones)
pero que, sorprendentemente, siguen siendo consideradas provocaciones o
inconveniencias cuando se escuchan dentro de los muros de esas mismas
organizaciones. Esta es la traducción de las provocaciones publicadas por
McAfee:

  • Tim
    Brown
    , IDEO: La gente creativa no está interesada en la gestión.
  • Hal Varian, Google:
    ‘Estadístico’ es el empleo sexy del siglo 21.
  • Henry Mitzberg, McGill: No
    vivimos en un tiempo de grandes cambios. Las empresas no salvarán el mundo.
  • Eric Abrahamson, Columbia:  Las
    organizaciones están sobre-organizadas.
  • Yves
    Doz
    , INSEAD: El peligro es pensar que lo que es nuevo es excitante y bueno,
    mientras que lo que es viejo es malo y aburrido.
  • Keith Sawyer, Washington
    University: La gente está profundamente incómoda con la incertidumbre.
  • James
    Surowiecki
    , The New Yorker: La
    centralización de la toma de decisiones es un error conceptual. Los individuos
    no son mejores que el colectivo.
  • Jeffrey
    Pfeffer
    , Stanford: El lenguaje de la economía es tóxico para la práctica de
    la gestión.
  • Kevin Kelly, Wired: La productividad es para las máquinas.
    Si la puedes medir, es algo que pueden deberían hacer los robots.

Además el propio Andrew McAfee lanzó su propia provocación basada en una
frase de F. Scott Fitzgerald publicada en 1945 en el libro The Crack-Up:  "El test de una
inteligencia de primera calse es la habilidad para tener en mente dos ideas
opuestas al mismo tiempo y aún así ser capaz de retener la habilidad de
actuar
”.

Esta última provocación pretende explicar la actitud que un líder debe
mantener ante la tecnología: forzar cambios y al tiempo permitir que emerjan
nuevos modelos como consecuencia de las nuevas prácticas digitales). En este
sentido se sitúa en la línea del libro The
Opposable Mind
de uno de los gurús del pensamiento de
diseño
, Roger
Martin
(decano de la Rotman School
of Management
en Toronto). En realidad buena parte de las provocaciones son
diferentes puntos de vista de un proceso de cambio complejo, forzado en parte
por la irrupción de la tecnología y su apropiación por las personas dentro de
las organizaciones.

Para terminar dejemos aquí una última provocación: solo las organizaciones
que dejen de sentir estas (y otras) provocaciones como amenazas y las empiecen a
interiorizar como parte de su estrategia de adaptación y cambio continuos
sobrevivirán.

6 comentarios

  1. Me provocan estas provocaciones. Delicioso.

  2. La de Kevin Kelly se la haria memorizar a todos estos que no pueden gestionar son doscientos cincuenta indicadores … incluso de lo que no se puede ni se debe medir.

  3. Me parece interesante el concepto de «provocación». Cuando te piden provocar en una conferencia, por qué no pedir a los asistentes que provoquen ellos?……
    Quizás así saltaríamos un paso en el «convencimiento interno», que es el primer paso hacia el cambio en las empresas.
    Un día nos echaran a la hogera por «agitadores».-…;)

  4. Nunca hemos sabido tanto como ahora ni tan poco de las cosas que sabemos…

  5. Hay una idea de fondo que cada vez me atrae más: ¿para qué cojones queremos empresas? Perdón, ah… esto… ¿no iba de provocar?

  6. Me acabo de terminar de leer el «Future of Management» de Gary Hamel. Me despierta simpatías, y resquemores, al mismo tiempo (no sé si es lo de las ideas opuestas, pero las contradicciones están). No soy un teórico, ni académico. Soy director de una empresa, y tengo que llevar a la práctica ideas de gestión. Lo cierto es que no me importaría que te leyeses el libro (por concretar, aunque las ideas, las compartimos, seguramente), y tuvieramos una charla al respecto. Si vienes por Madrid, te regalo el libro, y te invito a comer.

Responder a Alorza Cancelar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.