Los mitos necesarios. Sobre «Parar en seco» de William Ospina

Al principio la tierra y los océanos estaban protegidos por su carácter divino y religioso. Después las religiones que conocemos hoy en día trasladaron el carácter de divino a lo que era ajeno a nuestro entorno. De este modo se abrió la propia posibilidad de la existencia de la ciencia que se interrogó sobre el funcionamiento de la naturaleza. La ciencia y la política nos hicieron soñar con la posibilidad del progreso. Sin embargo llevamos décadas en que ese sueño se ha convertido en una pesadilla en que el poder funciona fuera de todo control y con el objetivo principal, casi siempre inconsciente o invisible, de extraer, acumular y perpetuarse.

La era de la dominación estúpida y carente de escrúpulos de los humanos sobre la naturaleza, podría dar lugar a una súbita mutación que vuelva a hacer de nosotros la más frágil de las especies. Y ello habrá ocurrido, asombrosamente, gracias a nuestro talento, nuestro saber y nuestra insuperable soberbia. Es probable que sólo hayamos empezado a advertirlas cuando buena parte de las alteraciones ya estaban en marcha. No es fácil decir cuándo comenzó el ser humano a ser consciente de sus propios maleficios. (…) Cuando Humboldt, a mediados del siglo XIX describió la tierra como un organismo viviente, en el que todo depende de todo, en el que no hay movimiento que no tenga su réplica ni fenómeno que no aliente su contrario, ya estábamos advertidos de que toda alteración del equilibrio forzosamente producirá consecuencias.

[citado por Guzmán Urrero en The Cult]

William Ospina defiende «Parar en seco» para abordar la crisis ecológica que compromete al planeta y regresar al carácter mítico y divino de lo que nos da la vida pero no nos es propio. Un mito post-religioso como instrumento para respetar la tierra y los océanos usando nuestra racionalidad y capacidad creativa. Es este un libro tan breve como necesario que en tiempos de crisis combina alegato, panfleto y manifiesto para explicar en pocas páginas lo que realmente importa y dar las claves para pensar en el presente, que no es más que la mejor forma de construir el futuro.

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