Debate sobre tecnología y política en Ciberpspv

Hace un tiempo un grupo de militantes dentro del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) formaron la plataforma Ciberpspv. Carlos González Triviño y otros fundadores de esta iniciativa publicaron este artículo en El País donde se presentaba la plataforma como consecuencia de un análisis crítico con la situación interna de su partido y la necesidad de introducir nuevos modelos participativos, basados en la web 2.0, para mejorar y/o cambiar radicalmente la forma de hacer política desde un partido. ¿Qué es?

Aproximarse a los ciudadanos, conectar con las clases más dinámicas de la sociedad, movilizar el partido, reintelectualizar la izquierda, aumentar la participación de la militancia, modernizar la organización, aprovechar al máximo el talento y los recursos humanos de nuestro partido… No somos un grupo de presión, ni una corriente orgánica, ni tenemos un candidato preconcebido. Nuestro único objetivo es promover un consenso de mínimos entre todos los compañeros y compañeras respecto al papel que debe desempeñar la tecnología 2.0 en la transformación del PSPV en un momento decisivo para el cambio.

Entre las iniciativas de este grupo han desarrollado un debate digital sobre tecnología y política donde invitaron a participar a Eduardo Madina, Guillermo López, Carlos González Triviño, Esteban González Pons, Jordi Sevilla, Antoni Gutiérrez-Rubí, Richard Florida y a mi mismo:

Desde CIBERPSPV hemos querido conocer la opinión de políticos, ciberactivistas, tecnólogos y expertos en comunicación, sobre algunos aspectos concernientes a la relación entre tecnología y política. Para ello hemos remitido a ocho participantes un cuestionario de cinco preguntas a las que pedíamos respuestas más o menos breves.

Las respuestas de todos los participantes ya han sido publicadas en el sitio Ciberpspv (por orden de aparición: Juan Freire, Eduardo MadinaGuillermo López García, Carlos González Triviño, Esteban González Pons, Jordi Sevilla Segura, Antoni Gutiérrez-Rubí y Richard Florida). Estas son mis respuestas a las cinco preguntas:

1) ¿Representa la tecnología a su modo de ver un nuevo impulso democrático?

Puede representarlo pero no por si sola. Las tecnologías de la información, Internet y, en especial, las herramientas que se han denominado web 2.0 facilitan la participación ciudadana en los procesos de creación de conocimiento y de  debate. Además la tecnología permite que estos procesos se realicen de modo colaborativo por redes sociales que no necesitan estar contenidas dentro de estructuras institucionales convencionales. Información y conocimiento abiertos y libertad para el debate son fundamentales para la democracia.

Pero que la tecnología favorezca estos procesos dependerá de que su uso se realice en un entorno social y cultural apropiado. Una mayor libertad y autonomía de los ciudadanos requiere de mayores dosis de responsabilidad, una comprensión de los mecanismos que gobiernan nuestra dinámica socioeconómica y política, y capacidades para el uso de las herramientas digitales. Estos cambios culturales son mucho más lentos e impredecibles que la innovación tecnológica y no tienen mucha menos relevancia en las agendas de la administración pública.

2) ¿Le parece que en estos momentos los partidos políticos hacen en España un uso de la tecnología proporcional a las auténticas posibilidades que ofrecen las herramientas disponibles?

No. Los partidos entienden la tecnología digital fundamentalmente como nuevas herramientas y canales de márketing, que usan de forma intensiva solo durante y para las campañas electorales. Su principal, y casi único, objetivo es lograr el voto de ciertos sectores de la ciudadanía. Aún reconociendo que esos son usos interesantes de la tecnología, no son más que una pequeña parte de los cambios que pueden facilitar en las organizaciones. Entre los usos que los partidos políticos han desarrollado mínimamente podríamos citar:

  • dotar de transparencia a su actividad política y de gestión,
  • hacer disponible para los ciudadanos la información que se genera por la administración y que está en la base de las decisiones políticas,
  • establecer canales estables de diálogo con la ciudadanía,
  • facilitar la transformación de los partidos en organizaciones abiertas y horizontales de modo que permitan la participación activa de actores externos y se enriquezcan con sus aportaciones,
  • aplicar modelos realmente modernos de gestión de sus organizaciones, incluyendo aspectos como la financiación, la comunicación, las campañas electorales, la gestión del conocimiento, etc

En todo caso, la escasa utilización de la tecnología responde a las causas que apuntaba en la pregunta anterior. Se usan nuevas herramientas bajo viejos modelos organizativos y viejas culturas de acceso y uso de la información. Se utilizan tecnologías digitales por personas y organizaciones instaladas en una cultura analógica.

3) ¿Cuáles cree que son los principales riesgos que se derivan de la progresiva implantación de nuevas herramientas tecnológicas en el funcionamiento de los partidos y en el desarrollo de su actividad política?

La que apuntaba en mi respuesta anterior: aplicar la lógica analógica (cerrada y jerárquica) a los nuevos espacios digitales y lograr que este modelo se imponga en la administración pública y en la sociedad. Por tanto, el principal riesgo es ahogar las posibilidades de cambio positivo que la tecnología representa abortando la evolución cultural imprescindible para aprovechar las nuevas oportunidades.

Este riesgo es especialmente grave, dado que de materializarse significaría una pérdida de oportunidades que exceden el ámbito político. La sociedad española necesita abordar estos cambios si quiere integrarse y competir con posibilidades de éxito en un mundo global y de complejidad creciente que se rige cada vez más por las reglas de la lógica digital.

4) ¿Cree que los patrones organizativos en los que descansa la web 2.0 acabarán traspasándose a la estructura funcional de los partidos políticos?

No por iniciativa propia. Los partidos descansan sobre estructuras de poder demasiado consolidadas y acomodadas al modelo cerrado y jerárquico como para que las inicitivas internas tengan opciones de éxito. Pero, si la política no logra ahogar el cambio, la sociedad será la que muy probablemente haga cambiar a los partidos.

En estos momentos, no me parece especialmente relevante (por la dificultades que presenta alcanzar el éxito) dedicar excesivos esfuerzos al cambio de los partidos. Lo realmente relevante es apoyar el cambio social, aquel en que se involucran los ciudadanos “no políticos”. Esta será la base de la transformación política.

5) ¿Qué cambios cree que va a producir en las actitudes de la clase política el uso masivo de la tecnología por parte de los ciudadanos?

En el momento que se logre un uso masivo y culturalmente relevante (o sea, asociado a los paradigmas del conocimiento abierto y las redes sociales), la sociedad desarrollará verdaderamente una nueva economía del conocimiento y nuevas prácticas culturales y sociales. Esto, irremediablemente, causará conflictos con los políticos y partidos tradicionales lo que en último término acabará por modificar las actitudes. Posiblemente este proceso se asocie a un cambio generacional, dado que la brecha que se está creando entre los actuales políticos y ciudadanos es cada vez más profunda y difícil de salvar sin un cambio de personas.

2 comentarios

  1. Me preocupa escuchar en ciertos lugares, que la innovación tiene que estar al margen de la política. Especialmente en Euskadi (…).
    Como digo en el artículo «Política-mente in-correcto», «En esta sociedad vasca 2.0., nos falta lo más importante: Que la innovación entre en las propias entrañas de las instituciones y empresas. Lo siento, con todo lo que ello implicaría.»
    Mientras no entre personas con lógica abierta y open source en los sistema de toma de decisión política…creo que nada o poco podrá cambiar. Política 2.0.?

  2. Me preocupa escuchar en ciertos lugares, que la innovación tiene que estar al margen de la política. Especialmente en Euskadi (…).
    Como digo en el artículo «Política-mente in-correcto», «En esta sociedad vasca 2.0., nos falta lo más importante: Que la innovación entre en las propias entrañas de las instituciones y empresas. Lo siento, con todo lo que ello implicaría.»
    Mientras no entre personas con lógica abierta y open source en los sistema de toma de decisión política…creo que nada o poco podrá cambiar. Política 2.0.?

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