[Este post forma parte de la serie de textos sobre tecnología social preparados con Karla Brunet para la sección de rede aberta del proyecto AGORA / ÁGORA criação e transgressão em rede. Publicado anteriormente: ¿Qué es la tecnología social?]

Identificamos como "tecnologías sociales" todo tipo de tecnologías (infraestructuras, hardware, software, servicios web) que son susceptibles de ser utilizadas para el empoderamiento ciudadano, y especialmente para el desarrollo autónomo de proyectos colaborativos. Estas tecnologías deben haber sido diseñadas de un modo abierto para maximizar las probabilidades de apropiación ciudadana que permita su reconfiguración y remezcla con usos diferentes a los ideados inicialmente por sus creadores. Por tanto una tecnología se convierte en social cuando existen comunidades de usuarios que las incorporan a sus prácticas cotidianas y les dan usos innovadores. Pero al tiempo, podemos extender el concepto de tecnología para incorporar a las prácticas y modelos organizativos que se asocian habitualmente al uso de tecnologías sociales. Así el software libre puede ser considerado una tecnología social, pero los modelos organizativos y sistemas de gobernanza de las comunidades que desarrollan software libre son otros elementos esenciales para entender estos proyectos y podrían ser considerados como parte de esas "tecnologías sociales".

Los proyectos pueden nacer, y estar financiados, desde un gobierno, una empresa o una organización social de cualquier tipo (por ejemplo una ONG); pero en cualquier caso es la ciudadanía la que adquiere protagonismo conformando una comunidad que utiliza esas herramientas para mejorar su calidad de vida. Esta comunidad puede trabajar con un alto grado de autonomía respecto a las instituciones que promueven y/o financian el proyecto.

Los proyectos seleccionados deberían estar alienados con el mayor número posible de estos factores. No se trata de que cada proyecto cumpla todos y cada uno de estos criterios. Si es importante que, al menos, los proyectos seleccionados no provoquen efectos opuestos a los que aquí definimos como criterios.

1. uso de las tecnologías digitales que fomentan el empoderamiento ciudadano: apropiación tecnológica; uso de estándares abiertos y/o software libre; utilización de licencias abiertas para contenidos; estrategias que favorecen la reducción de brechas (de acceso, de uso, de apropiación …).

2. fortalecimiento de la organización social:

2.1. desarrollo de nuevas instituciones (formales y, especialmente, informales) ciudadanas que negocian y conversan con las instituciones políticas y administrativas y con el sistema económico pero que no dependen de estos agentes.

2.2. desarrollo y fortalecimiento de las redes sociales: incremento de participantes, aumento de la diversidad (procedencia y perfiles de los participantes); aumento de la conectividad local y global (relaciones con otros agentes en otras ciudades y territorios).

3. proyectos que trabajen especialmente sobre, al menos, uno de estos tres ejes:

3.1. subjetividad:

  • visibilización de la diversidad social reconociendo las diferentes subjetividades que conforman la trama social de una ciudad o territorio;
  • trabajo con grupos sociales minorizados y/o marginalizados (por ejemplo por su origen étnico o tendencia sexual; género etc);
  • proyectos de construcción de narrativas en los que los ciudadanos cuentan su vida, comunidad o territorio.
  • proyectos que favorezcan la diversidad y reconocimiento de la diferencia como base de la convivencia y de procesos de innovación social realmente creativos e inclusivos.

3.2. infraestructura: se buscan proyectos que desarrollen infraestructuras para el uso autónomo y creativo por parte de la ciudadanía. La tecnología es ya una base esencial de los procesos que articulan nuestras sociedades y por tanto la existencia de unas infraestructuras adecuadas es imprescindible para que la tecnología opere como un facilitador que favorece la inclusión y no como una barrera que genera nuevas formas de exclusión social.

3.3. economía: proyectos que favorecen el desarrollo de una economía social en la que sectores de la población marginalizados y/o con escasos recursos pueden desarrollar nuevas actividades económicas. Proyectos en que la rentabilidad económica se acompaña de beneficios sociales no financieros ("economía social").

4. proyectos colaborativos en que se favorezca los flujos relacionales y de información entre participantes y la construcción de un conocimiento común.

5. proyectos que se desarrollen dentro de la lógica del "crowdfunding"

6. proyectos desarrollados bajo la lógica del "código abierto" en lo que se refiere a la documentación, acceso y uso de la información

7. proyectos con un componente educativo ya sea formal o informal o dirigido a jóvenes o adultos.

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Un comentario

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